miércoles, 13 de septiembre de 2017

La verdad

Le tengo miedo a esta soledad aunque sea a voluntad y nada azarosa, estoy respirando por los sueños, por la nostalgia de lo que alguna vez fue. Escribo porque estoy muy rota y muy sola, escribo por los amigos que perdí a conciencia, sé que cargo mis culpas...

Y tengo que escribirlas diariamente, aunque no sirva de nada, aunque las horas me alcancen en un estado deplorable, bajo la capa ardiente de un secreto que aclama, que grita. Estoy aquí, con una soledad burlona, con eventos que yo escogí, elegí la miseria de un corazón no roto pero vacío; angustiante el eco de mi voz en él, la única respuesta que recibe mi alma.

Cuando esto termine ya será demasiado tarde, lo sé, y no puedo detenerlo... ¡Cómo arden las heridas provocadas! El castigo me está matando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario