domingo, 16 de septiembre de 2018

La voz que grita: te amo.

En mí pareciera existir sólo espacio para el vacío. Qué palabra más dolorosa... Vacío. Y eso soy yo, lo que me representa, ya nada me llena, me he confirmado con la idea de morir en la angustia de la inseguridad y del odio en cada parte de mi piel.

Me he resignado a consolarme con migajas, a no esperar nada de nadie, a dejar de buscar la compañía... El encuentro de dos almas parecidas. Estoy envuelta en el hastío de soportarme. De adorar la soledad. Mi escape son las heridas, y las letras relatando fantasía. Ya no puedo más, lo juro... Hoy cómo quisiera tener a quien me entendiera, a quien abrazara mis miedos, a quien me ayude a reconstruir los pedazos de mi corazón... A quien entienda mis palabras que gritan más allá del cuerpo imperfecto.

Sueño contigo, amor, sueño con tus manos, me sostengo en la quimera de tus ojos en los míos, de la persona que entiende... La persona que sabe lo que soy, te deseo aquí. ¡Aquí en esta inmensa ansiedad que no me deja ver más allá de estas malditas paredes que hablan y no paran de hablar! Perdona mi desespero, disculpa el desborde de mi prosa.

¿Existes? ¿Será verdad aquél cliché del amor verdadero? Mi piel tiene frío y busca el sincero "te amo" de alguien mas.

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