domingo, 6 de septiembre de 2020

Me quedan los recuerdos

 Te extraño, no lo puedo negar, extraño tu voz como jamás creí hacerlo. Me engañé tantos años en mi pérdida de tiempo hacia cosas que ni siquiera existían. No me esperaste porque no lo merecía, me resigno y acepto las consecuencias. Sin embargo...

Nadie puede robarme mis recuerdos, no puedes arrebatarme todas esas mañanas en las que me dabas los buenos días, ni los abrazos de lejos, ni cada bendito poema de amor, tampoco las cartas. Una parte de ti será para mí toda la vida, y me quedo con eso con orgullo. De haber sido amada por alguien como tú, es un orgullo haber estado en tu vida y haber recibido palabras de amor que probablemente no merecía. 

Me quedo con lo poco que recuerdo de tu voz, con en consuelo de tus palabras ante mi torrente de lágrimas, ante mis recaídas y mis estupideces, también ante mi estúpida inseguridad que no me permitía ver más allá de mis propias carencias. ¿Crees que nuestras almas se crucen en otra vida? Ruego porque así sea, y poder explicarte mi amor, y poder pedir perdón por mis erróneas acciones.

Te he perdido, eso lo tengo claro, pero me queda el recuerdo de lo mucho que me amaste, de lo mucho que nos amamos, de los planes que ahora guardo en un cajón de mi memoria, imaginando historias que ya no son, ni serán.

Perdón si te ofenden mis palabras, pero te amo, sé que con el tiempo esto también pasará, y empezaré la siguiente página. Pero hoy, hoy te amo con toda mi alma, te entrego mi amor y me quedaré vacía porque es lo que merezco. Te mereces ser feliz, nunca olvides eso, y por favor... No te olvides de mi nombre.