Estoy terriblemente desesperada, no tengo ni la más remota idea de qué es lo que debo hacer ahora...¿Seguir aferrada por el amor del pasado que me ha privado de la felicidad? ¿O quizás abrir paso a este nuevo sentimiento que hace reaccionar a mi corazón de una forma tan excepcional y diferente? Él nunca regresará, lo tengo presente, y me duele cada vez que me obligo a recordarlo. Pero el guitarrista de la esquina, siempre está allí, a veces me mira y otras ocasiones no, él hace brillar el día con su voz, y mantiene a raya mis pesadillas, pero sólo por un instante...Mi cabeza da vueltas entre el pasado, el presente y el futuro...Él guitarrista tal vez podrá salvarme de la tristeza pero quizás también sabrá crearme una herida más. Extraño todos los días al hombre que se fue pues me ha dejado una profunda soledad. Me dije a mí misma que no podría querer nunca a nadie más que no fuera él, y fue tan derrepente que llegó el guitarrista a cambiar la forma en que veo las cosas, ruego y rezo porque entre en mi vida pero al mismo tiempo me alejo de su canto tan sólo para evitar que mi alma intente volar, pues ella sabe que volverá a caer...¿Qué hago? ¡Me pongo de rodillas! Imploro una respuesta, algo que me diga que es lo que me tocará vivir ahora...¡Es cierto que ya no quiero sufrir por el amor que ya pasó! Pero es más cierto que sigue estando dentro de mí...¡Es verdad que el chico de la mirada penetrante ha causado movimientos dentro de mi cuerpo que jamás creí que sentiría! Pero también es verdad que no quiero que mi corazón sufra todavía más, por una decepción...
¡Qué será de mí! Vivo en dos lugares al mismo tiempo...de día paseo sonriente en el presente donde el guitarrista me hace feliz involuntariamente y de noche me encarcelo clamando en el pasado por él que sólo me dejo tristeza...
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