miércoles, 27 de septiembre de 2017

Te escribo

Te extraño, espero que en el fondo de tu corazón lo sepas.
Te necesito, todavía recuerdo el cómplice calor de tus abrazos;
te pido perdón por abandonar el camino que juntos habíamos construido.
Por favor, en tu alma, perdóname.

En cada cosa que hago ocupas mi pensamiento, 
en todo lo que callo aparecen imágenes tuyas.
Y te juro, duele como nunca; porque tengo las manos atadas.
Ya no existe nada que pueda hacer para cambiar las cosas,
para deshacer la distancia.

Eres lo más feliz e infeliz que me habita,
eres el himno de mi desbocado espíritu,
eres el centro de todas mis ilusiones y desesperanzas.
Te quiero, y anhelo que en los rincones de tu cuerpo puedas sentirlo.
Te quiero, te quiero, te quiero.

Ojalá tu corazón pueda perdonarme algún día,
y entiendas que si alguna vez parecí enamorada; fue real.
Triste, torpe, extrañamente enamorada. 
Al final, siempre fuiste tú,
tan cerca y yo... tan ciega.

Créeme, sentí lo mismo que tú.
Créeme, tus manos borraban el frío de mis dedos,
tu piel que recorría los extraños surcos de la mía.
Fuiste consuelo en medio de mi huracán,
silenciaste las burlas de mi verdugo.

Mientras más debo alejarme más te quiero,
te ruego, ¡siéntelo! Y no me olvides nunca, 
por favor, al crear nuevos recuerdos;
no te olvides aún de mí. 


viernes, 15 de septiembre de 2017

Sangre de tu sangre

Estoy cansada de sentir que le debo mi vida a otras personas, que tengo que conformarme con lo que dice alguien más. Como una maldita ley. 
No soporto que mis días tengan que depender de tus emociones, que se suponga que yo deba entregar, soportar, escuchar y superar. Estoy harta. 
Tengo que reprimirlo todo pues no hay quien me escuche, y quien lo hace sólo aplica su reproche. Y voltea página para hablar de sus problemas. 
Tengo que guardar mi angustia, esperar a que caiga el demonio rojo a lanzar sus grises cuchillas en mi piel de papel. 
Ya me cansé de llorar por extrañarlos y no poder hacer nada al respecto, a tu manera fuiste tú quien los alejó, pero claro; no podría decírtelo jamás, no podría decirte cómo me has herido, cómo mi creadora me ha arrojado a un monstruo no tan oculto. No tan oculto.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

La verdad

Le tengo miedo a esta soledad aunque sea a voluntad y nada azarosa, estoy respirando por los sueños, por la nostalgia de lo que alguna vez fue. Escribo porque estoy muy rota y muy sola, escribo por los amigos que perdí a conciencia, sé que cargo mis culpas...

Y tengo que escribirlas diariamente, aunque no sirva de nada, aunque las horas me alcancen en un estado deplorable, bajo la capa ardiente de un secreto que aclama, que grita. Estoy aquí, con una soledad burlona, con eventos que yo escogí, elegí la miseria de un corazón no roto pero vacío; angustiante el eco de mi voz en él, la única respuesta que recibe mi alma.

Cuando esto termine ya será demasiado tarde, lo sé, y no puedo detenerlo... ¡Cómo arden las heridas provocadas! El castigo me está matando.

viernes, 1 de septiembre de 2017

¿A qué dios tengo que rogarle?

Estoy harta de este sentimiento de angustia,
de este horrendo palpitar del corazón;
necesito que la historia acabe ya.

Me he cansado de las ofensas, de los arrebatos, de los golpes.
Estoy al límite del dolor, al límite del miedo.
Por favor, ayúdame a olvidar un poco.

Sé que no soy inocente de todo, entiendo que obedezco a consecuencias,
sé que he sido mala, persona ingrata.
¿Todo eso justifica tanta mierda en mi vida?

Ojalá por lo menos pudiera saber en qué terminara esto,
qué tan dramático podrá ser mi destino,
cuántos rostros voltearán por  la revelación tanto tiempo silenciada.

Pues nosotros hemos vivido una mentira,
nosotros hemos ocultado todo bajo la alfombra.
Estamos forjados de fuego, estamos hechos del odio.

Si debo pedir perdón, lo hago
Si debo aceptar mis culpas, las acepto
Si debo renunciar a mi esperanza, renuncio para siempre.

Por favor, acaba ya con este circo;
Ya no me engañes con falsas dichas...
ese pedacito de alegría no le gana a esta tristeza; te juro, no lo hace.