Como si tuviera
quince años, le pido deseos a la luna y siento cómo me conformaría con ser el
polvo que no has limpiado en tu habitación, en cómo sería feliz sólo siendo las
telarañas que no alcanzas en casa. El aire que inspiras y expiras una y otra
vez mientras escribes. Tan sólo ser las teclas que suavemente rozan tus dedos.
Cómo desearía besar tus manos y encender mis mejillas con el tacto de tu piel.
Como si tuviera quince años sería dichosa siendo el agua que limpia tu cara todos
los días. Tan sólo con ser el tazón de dulce cereal que desayunas cada mañana.
Maldición, cuánto he de extrañarte para escribir inconexas cursilerías. Por favor, perdóname, apenas he salido del infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario