Demasiado lento

Demasiado tarde para tener veintiocho años. ¿Contra qué lucho? Será momento de rendirse y soltar. Casi treinta y los complejos, las inseguridades, las manías, el desequilibrio mental, todo sigue ahí, como un demonio que vive dentro de mi corazón. Demasiado tarde para cambiar el rumbo de mis consecuencias, merezco la negatividad, me atrae el dolor, es un imán y no puedo huir. Por más que salga corriendo de casa, por más pastillas que acallen mi cerebro, al final todo se escapa. Y todo sangra. Mi vida sangra.

Adicción al sufrimiento

El dolor también ha sido una adicción en mí. Qué graciosos somos los seres humanos, que hasta de lo malo disfrutamos. Hasta de la muerte y la sangre nos deleitamos, relaciones tóxicas, apego emocional, auto lesiones, abuso de sustancias. Qué interesantes podríamos ser ante los ojos de alguien más grande, aunque pensándolo bien, no somos el centro de nada, así que igual debe aburrirse muchísimo al vernos caer diez veces en la misma situación que nos va a llevar inevitablemente al sufrimiento.

Pero no, me niego, no quiero vivir así. Aunque mis vivencias no sean trascendentales, aunque mi propia vida sea poco interesante a los ojos del otro...¡Preciso olvidarme de lo que opinen los demás por lo menos unos minutos! Y quiero disfrutar lo que se siente ser feliz y soltar, sin pensar en lo que pasará mañana, sólo ser feliz. Callada o riéndome, bailando o acostada, disfrutando de una serie o leyendo un libro, besando y acariciando, o sola. Enamorada profundamente, muy amada... Porque soy amada, soy valiosa. Y ya estoy harta de mi propia 'necesidad' inconsciente de ser infeliz. Quiero buscar la paz, aceptando mis tormentas, comprendiendo mis trastornos. Alejada de esta adicción.

El cuerpo no es estático

Soltar el miedo de mis manos rotas
Entender que todo cambia con el tiempo
Incluso el cuerpo evoluciona
Por dentro y por fuera todo terminará en cenizas
 
No entiendo ni yo misma por qué tanta importancia al aspecto
Si mis piernas me han permitido correr
Si mis manos me han dejado acariciar a quien amo
Si todo de mí sabe demostrar un amor dulce, sincero.
 
Una vez me dijeron que mi cuerpo no iba a ser estático nunca,
No somos piedras.
Mi cuerpo adelgazará, engordará, envejecerá, será bello, será extraño
Pero siempre me llevará a donde yo quiera llegar
A la muerte o a la vida, mi cuerpo no me traicionará.

Despersonalizada

Y si vivo, deseo no volver a ser la misma nunca más
Y si muero, no me podrá importar menos lo que mis seres queridos sentirán.

Que así sea.

Estoy cansada, Solitario ¿qué me aconsejarías? ya no puedo más, siento que estoy en el borde del abismo, con la ansiedad disparada, a punto de despedirme del mundo, con el corazón podrido y los órganos funcionando sin sentido. Maldito pozo, no sé si seguirlo intentando, he perdido la cuenta.