jueves, 29 de septiembre de 2022

Demasiado lento

Demasiado tarde para tener veintiocho años. ¿Contra qué lucho? Será momento de rendirse y soltar. Casi treinta y los complejos, las inseguridades, las manías, el desequilibrio mental, todo sigue ahí, como un demonio que vive dentro de mi corazón. Demasiado tarde para cambiar el rumbo de mis consecuencias, merezco la negatividad, me atrae el dolor, es un imán y no puedo huir. Por más que salga corriendo de casa, por más pastillas que acallen mi cerebro, al final todo se escapa. Y todo sangra. Mi vida sangra.

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