martes, 11 de octubre de 2022

Limítrofe personalidad

Aún mi cuerpo no logró exangüe, y a mis veintiocho apenas logro aceptar con resignación que este demonio me acompañará hasta la muerte. Quizás podrá fingir, quedarse dormido por momentos; pero a la llegada de la noche me dirá en el oído que no tengo salida. Soy la marea que arrasa con todo, cualquiera en mi entorno terminará dañada, y se irán como siempre.

Mi amor se oculta en el conticinio, me confunden con bipolaridad ¡Qué enredo! Emociones como ruedas de infortunio. Dicha, caos, alegría, tristeza, ganas de vivir, suicidio doloroso (consuelo divino). ¿Quién soy? ¿En dónde aguarda mi alma real? Escondida en un rincón de mi cerebro.

¡Malditos doctores que no curan, sólo adormecen! La locura tal vez, la medicación, temo por los demás, mi propia existencia hace tiempo que me da igual. Límite de dicha, límite de dolor. Aspiro al equilibrio, a la paz, algún día brindar alacridad, matar la calígine y procrear calipedia. Como un ser humano común. 

06.10.22 

No hay comentarios:

Publicar un comentario