sábado, 31 de mayo de 2025

Flora Pizarnik

Ya no me reconozco en el espejo.
Hace mucho tiempo que me dejé morir,
pero la herida —cruel— sigue respirando.

Tu refugio es rehuirte.
Tu cuerpo, una maldita cárcel.
Y las voces en tu cabeza gritan.
Los demonios… ríen a carcajadas.

Aguarda un poco.
¿Estás segura de subirte al puente?
Después de todo, has pasado años
luchando contra la tristeza.

Y aún así —a veces—
puedo oír de ti
una sonrisa
sincera.

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