viernes, 3 de junio de 2011

Mentalidad enferma del recuerdo


Las mismas canciones que suelen recordarme a ti. El mismo cálido viento rozándome y aquello me pinta el cielo de azul. El mismo verso rondando en mi cabeza una y otra vez. Las mismas inequívocas palabras de amor que reconfortaban mis días y mis largas noches. La misma escena de lágrimas me obliga a creer en el mismo hombre que rompió mi corazón, el mismo chico de ojos del color del carbón que se dedicaba a coleccionar mi aliento. Las mismas hojas que caen de los arboles con suavidad, aceptando alegremente su destino, danzando hacia el áspero suelo. La misma sensación de vacío cuando recuerdo lo lejos que estás, lo poco probable de poder llenarte de besos, el inútil pensamiento de abrazarte y asfixiarme con el delicioso perfume de tu piel blanca. Las promesas siguen ahí, jamás se marcharon, todas acamparon en mi alma esperando verte llegar. Las esperanzas siguen vivas, pero cada día fallece una. Sigo insistiéndole a tu estúpida remembranza, a tu sombra escondida bajo mis ojos. Al constante martirio de tu imagen nublándome la vista, abriéndome otra vez las heridas que ya creía curadas y llenándolas de agua salada. Y tu nombre increíblemente hermoso, tristemente doloroso se aferra a mi cuello y me ahoga. No digan su nombre, ¡No lo repitan más! Otro día en que me convierto en cenizas sólo por recordarte, sólo por no poder apagar aquella pequeña llama que me quema lúgubremente. Otro día de impotencia en el que por más que intento sacar de mí tu imagen no puedo. La gente no sabe que la sombra bajo mis cansados ojos no es causa del insomnio, es el tatuaje de tu ausencia. ¡Porque eso eres tú! La sombra bajo mis ojos es un homenaje a tu indiferencia, a tus ganas de mandar al demonio el amor que supuestamente sentías hacia mí, siéntete orgulloso querido amor efímero. Tus actos me transformaron en esto… ¿Qué no me puedes mirar a los ojos? Es verdad, no puedes. Inúndame con ese calor que sólo tú provocas y sácame de este infierno de decepciones si no quieres que te arrastre conmigo. Pérfida imagen de mi juventud perdida.

1 comentario: