miércoles, 27 de julio de 2011

¿Qué voy a hacer con esta prisión que me ata a mi misma?


Los espíritus del pasado persiguen mi cuerpo llenándome de miedos
Esta historia marchita ya no nos pertenece a los dos
Ahora que ellos saben que mi vida está hecha pedazos

¡Maldita seas monstruosa diosa de la hipocresía que me quieres atrapar, me quieres hundir! Ya no podré seguir fingiendo, porque lo amo, pero en silencio, no puedo revelarlo.

Me creaste un muro demasiado grande, ¡te odio! Me alejas de él. Y te quiero porque lo haces feliz. Estas calles me recuerdan siempre a ti, y de pronto aparece él a confundirme más aun.

Personas ingenuas como yo que caen en el idiota sentimiento de un ‘tal vez’. Y en mis sueños, el rostro de mi amado vuelve a aparecer martillándome la cabeza, obligándome a temer caer en los brazos del sueño para reencontrarlo y podrirme en los recuerdos.
¿En donde escondo tus mensajes de amor? Mensajes que se volvieron mi infierno personal, mi muerte, mi abismo. Tu piel y tus huesos.
Estoy volviéndome loca, esta demencia predomina en mi cabeza, en mi alma, en mi corazón, ¡deja ya de mirarme! Nunca entenderías por lo que estoy pasando.

Estúpida indiferencia, me alcanzas, a cada paso que doy tu das dos más y enfrente mío me haces sudar, me haces llorar, me golpeas una y otra vez para que nunca se me olvide que a él no le importo. De alguna manera gracias.

Grítame más, ¡grita que no puedo escucharte! Lánzame aquella espina de promesas que me convirtieron en esto, esos juramentos me han vuelto fría y esquiva, por tu culpa idiota, por tu irónica belleza me has condenado a amarte desde el primer día en el que yo te conocí, y aunque sé que siempre será vano y sin sentido, aquí pretendo esperar y nadie lo va a entender nunca, porque nadie ha estado en mi zapatos, porque soy de las pocas personas que aman con una locura interminable, te extraño tanto amor, es tan difícil decírtelo, es tan difícil aceptarlo pero es mi única verdad, quiero y deseo tanto que estés aquí, te necesito y nunca lo sabrás. Soñaré contigo porque no estás presente, porque tu lejanía es mi mayor dolor, y sabes amor que te dije una vez que yo cargaría con todas tus pesadumbres y pienso cumplirlo, porque te amo

Infernal dolor, masoquista sentimiento, fuego, fuego, me abrasas convirtiéndome en cenizas. ¿Quién es él? ¿De dónde ha venido? ¡Es un idiota!

Ya no somos los mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario