viernes, 13 de septiembre de 2013

Contra el mundo.

Y escucho esa canción, porque todo estará bien; mis latidos no se pueden equivocar, todo lo que vemos es real. ¿Por qué no abandonar a la angustia? ¿Cuando dejé de luchar para alejar a las sombras? Somos mi corazón y yo contra el mundo.

Llega la paz, los sueños sobre versos y los poemas de amor. Sé a qué me arriesgo y estoy dispuesta a pagarlo. Me arranco la idea de las heridas y me olvido de los nervios, puedo reír un poco de mí misma. La parte más difícil es aceptar y borrar. Pero, estamos él y yo contra el mundo.

Cigarros imaginarios, polvo que no aspiro, daños irreparables, incorrectos. Las miles de cartas que le escribí, para conseguir amargos silencios. Escuchar su voz diciendo la misma oración; una, dos, tres veces si deseo. Son mis recuerdos contra el mundo.

Su risa, sus gestos, sus enojos, sus lágrimas, sus miedos. El amor que me invade cuando pronuncio su nombre. Somos nosotros contra el mundo.

*

No hay comentarios:

Publicar un comentario