miércoles, 29 de octubre de 2014

No me esperes.

En estas semanas las cosas no han estado nada bien. A veces ocupo este espacio más como un diario. Un diario de vivencias tristes. Hoy es uno de esos días. Ni siquiera los libros, ni siquiera los miles de amables aromas. Nada de eso me cambia, nada me obsequia un final feliz. Y créeme que ahora mismo no me negaría a un fin. Sea como este sea, la verdad es que ya no me importa. No quiero vivir en neutro eternamente…

  Y ellos no paran de decirme que no hay tiempo para esperar. Que aunque inútilmente, las horas pasan también para mí. Que debo vivir, vivir. Aunque delante solo divise un gran vacío, un hueco que se asemeja a mi corazón. Eso si es que tengo uno. No hay tiempo, los relojes avanzan. Las personas gritan a mi alrededor. Las siento como un zumbido irritante que no acaba nunca.

  La muerte nos respira al oído. Aunque no tenga voz siempre demuestra de algún modo que está entre nosotros. Que tan de pronto ataca.

  No hay tiempo para poetizar perennemente mis desdichas.

lunes, 20 de octubre de 2014

Viajera.








Exploro sin salir de mi cama maltrecha. Sonrío sin la necesidad de observar más rostros imitándome. Es que a veces las fantasías alcanzan más allá de lo físico. En ocasiones se es más feliz en la sencillez del sueño. Soy una viajera en busca de poesía, soy una enferma mental que aún cree que el espíritu se eleva fuera cuando medita, cuando acepto cerrar los párpados sin más. Descansan mis ojos a pesar de la luz. A pesar de la luz.

 

El miedo en lugar de detenerme, me impulsa. Reconozco ciudades destruidas, traspaso habitaciones lóbregas. Escucho con nitidez el gruñido de un ser sin rostro. No puedo quejarme cuando al escapar de las ruinas hallo solo paraísos. Reinos plagados de colores, de formas, la ausencia de dolor. Las risas sinceras, las alas. Destello.

  La realidad siempre pesa más, sin embargo; disfruto. ¿Quién cómo yo que al escribir se transporta? ¿Quién con la dicha de conocer el mundo que le habita? Unos pocos. Me digo: "Solo escucha el piano, y su manera de descubrirte sus secretos". Me haces fuerte, grande Inexistencia.


Maravillosa entelequia. He escrito tanto sobre ti, que te conozco quizá un poco más que a mí. Te adoro como a una amante eterna, musa brillante. Soy una andante de mundos incoherentes, de indefinidas fragancias, de alegres infortunios. De palabras que no existen. Soy yo, contigo. Soy yo, que en la irrealidad me vuelvo verdadera.

Somos, mi única. Siempre somos.

sábado, 11 de octubre de 2014

Una muñeca cae.

Siguen cumpliendo mis sueños por mí, yo estoy tan atada a esta miseria que no soy capaz de avanzar. No hay nada para mí más allá de estas paredes. Paredes que en rosa esconden demasiado dolor.

  Estamos solos, solos y atrapados. Víctimas de un pasado cruelmente presente. Nuestros días son inciertos. La desesperanza es la reina, la diosa del castillo del terror. No entiendo cuantas veces más, voy descubriendo que la oscuridad tiene niveles grotescos. Y que ahí solo son bienvenidos los malaventurados.

  Lo único que desconozco es hasta que punto mi cuerpo tolerará la sofocación de cien problemas.

  Suena para mí, presume tu más villana sonrisa.Trágate mi carne, tritura mis huesos, llévame a el gran quizá. Haz de mí lo que quieras, excepto mantenerme aquí.

  El infierno es en la tierra. El reino de las sombras vive en mi alma. Siempre recibe sustento, y jamás se debilita. Lo siento como nunca he logrado sentir nada más.

  El filo libera, una muñeca cae. Tiñe de rojizo los vestidos. Mancha hoy, suspira como el poeta romántico. El filo libera, una muñeca cae. Tiñe de rojizo los vestidos. Mancha hoy, suspira como el poeta romántico. El filo libera, una muñeca cae. Tiñe de rojizo los vestidos. Mancha hoy, suspira como el poeta romántico. El filo libera, una muñeca cae. Tiñe de rojizo los vestidos. Mancha hoy, suspira como el poeta romántico.

  El filo tiñe de rojo mis vestidos, mancha y mi muñeca cae. Suspiro por última vez.