sábado, 11 de octubre de 2014

Una muñeca cae.

Siguen cumpliendo mis sueños por mí, yo estoy tan atada a esta miseria que no soy capaz de avanzar. No hay nada para mí más allá de estas paredes. Paredes que en rosa esconden demasiado dolor.

  Estamos solos, solos y atrapados. Víctimas de un pasado cruelmente presente. Nuestros días son inciertos. La desesperanza es la reina, la diosa del castillo del terror. No entiendo cuantas veces más, voy descubriendo que la oscuridad tiene niveles grotescos. Y que ahí solo son bienvenidos los malaventurados.

  Lo único que desconozco es hasta que punto mi cuerpo tolerará la sofocación de cien problemas.

  Suena para mí, presume tu más villana sonrisa.Trágate mi carne, tritura mis huesos, llévame a el gran quizá. Haz de mí lo que quieras, excepto mantenerme aquí.

  El infierno es en la tierra. El reino de las sombras vive en mi alma. Siempre recibe sustento, y jamás se debilita. Lo siento como nunca he logrado sentir nada más.

  El filo libera, una muñeca cae. Tiñe de rojizo los vestidos. Mancha hoy, suspira como el poeta romántico. El filo libera, una muñeca cae. Tiñe de rojizo los vestidos. Mancha hoy, suspira como el poeta romántico. El filo libera, una muñeca cae. Tiñe de rojizo los vestidos. Mancha hoy, suspira como el poeta romántico. El filo libera, una muñeca cae. Tiñe de rojizo los vestidos. Mancha hoy, suspira como el poeta romántico.

  El filo tiñe de rojo mis vestidos, mancha y mi muñeca cae. Suspiro por última vez.

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