jueves, 10 de agosto de 2017

Cuando decido morir

Hay días en que siento que avanzo demasiado rápido,
existen otros en los que el reloj se vuelve mi enemigo.
Tengo momentos en que abrir los ojos no exige casi nada,
sin embargo, la desdicha se apodera de mí como significativa amante.

Sé que existo fuera de este torbellino de recuerdos,
aún puedo palpar mi alma enterrada en el maldito polvo.
Puedo ver más allá de estos barrotes que aunque atrapan protegen,
que aunque enclaustran alejan la ansiedad.

Pues hoy no hay nada más importante que olvidar,
debo de reconstruirme en silencio,
No puedo permitir que nadie más pueda notar mi debilidad,
¡Me niego a la falsa compasión!

Este miedo me salva, me cura;
esta angustia vuelve mis ruinas fortaleza.
solo me envuelvo en la espera...

Tictac, tictac, tictac.

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