viernes, 15 de febrero de 2019

A voz en grito

Quiero que sepas que tu recuerdo se ha convertido en el acompañante constante de mis sueños ingratos. Quisiera poder mostrarte todas las cosas que me invocan tu nombre; los libros, las películas y la música... Toda la música que habías envuelto en sobres.

Hoy sólo siento la amarga necesidad de expresarte cuánto te extraño en las noches y que me es imposible concebir que tu piel sea tocada por otra piel que no sea la mía, que tus fantasías no lleven puesto mi nombre ni que lleves impregnada la esencia de otra mujer.

Infinitamente dolorosa es la conciencia certera de que jamás tus palabras se van a dirigir a mí, que tu voz no volverá a pronunciar amor para obsequiarme.

Tu espera sí ha sido terminable, bien por ti y merecido por mí. ¿Pero qué dios puede negarme tu búsqueda a voz en grito? Tengo la infortunada dicha de pertenecer en algún lugar de tu pasado, sí, triste consuelo de mi desventura sin ti. Sin embargo eso nadie podrá arrebatármelo jamás.

¿Quién se atrevería a quitarme la oportunidad de revivirte en mi escritura? Consuelo de memorias que abrigarán mis arrepentimientos.

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