Soy el rehilete más triste que conozco

 

El pasado no existe

Ya no soy la misma ni siquiera de lo que fui ayer, todos los días cambio. Y por fin entiendo lo que dicen los adultos porque ya soy uno de ellos: el pasado no existe. No importa más las lágrimas que derrame, ni las risas, ni la relación tóxica con mi padre. Sí, fui una niña desprotegida, pero entiendo que ya no puedo remediarlo, no puedo regresar a ser un espermatozoide que se muere, fecundé y heme aquí a los veintiocho años. Da miedo, pero así como me pertenezco, me debo todo lo que nunca pude tener, merezco sentir paz. Sé que no soy perfecta y nunca lo seré. Pero... Soy responsable de mí misma. Qué susto ¿no?

La vida no volverá a ser la misma

Todo ha cambiado, las personas de las que te rodeas, las que se fueron de tu vida para siempre, las nuevas. Debes dejar de vivir en el pasado y enfrentar ahora tus propias consecuencias no las de tus padres. Eres una joven en su totalidad, y para bien o para mal ya no puedes cambiar tu infancia pero si puedes cambiar la página, haciendo en ti una nueva vida, resignándote a lo que no sucedió como deseabas. Alégrate porque a pesar de tus desastres hay personas que darían la vida por ti.

Soy humana

No soy una súper heroína, soy bastante sensible, ¿por qué soy tan poco compasiva conmigo misma si alguien más regalándome una sonrisa consigue mis disculpas? Aún mi cerebro está procesando lo absurdo de la muerte y como en un segundo nuestros planes se convierten en polvo. Todavía no encuentro el sentido de la existencia pero ya me cansé de buscarlo, si no hay vida después de la vida entonces quiero ser feliz los pocos o muchos años que me queden en esta tierra, y si la hay entonces quiero reencontrarme con mis seres queridos, con mis perritos, con mis gatitos, con mi familia. El nihilismo puso en mí una semilla egoísta que quiero soltar. No soy la única humana así que no soy la única que sufre. Quiero estar preparada para tormentas y calma.

Alejandra

𝘕𝘰 𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘥𝘢𝘴, 𝘯𝘪 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱𝘦𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘤𝘢𝘵𝘢𝘥𝘰𝘳𝘦𝘴. 𝘈𝘣𝘳𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘰𝘫𝘰𝘴, 𝘈𝘭𝘦𝘫𝘢𝘯𝘥𝘳𝘢, 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘤𝘶𝘮𝘱𝘭𝘪𝘳 29 𝘢ñ𝘰𝘴 𝘺 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦𝘴 𝘴𝘰ñ𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘢𝘭𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘧á𝘤𝘪𝘭𝘦𝘴, 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘥𝘦 𝘩𝘢𝘣𝘦𝘳 𝘴𝘶𝘧𝘳𝘪𝘥𝘰 𝘵𝘦 𝘮𝘦𝘳𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭 𝘧𝘦𝘭𝘪𝘻, 𝘺 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘯𝘰 𝘦𝘴 𝘢𝘴í, 𝘭𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘢𝘴í 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘦 𝘥𝘪𝘴𝘧𝘳𝘶𝘵𝘢 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪é𝘯 𝘥𝘶𝘦𝘭𝘦. 𝘠 𝘵𝘶 𝘤𝘶𝘦𝘳𝘱𝘰 𝘯𝘰 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘭𝘢 𝘤𝘶𝘭𝘱𝘢, 𝘥𝘦𝘫𝘢 𝘥𝘦 𝘥𝘢ñ𝘢𝘳𝘭𝘰, 𝘢𝘳𝘳𝘦𝘨𝘭𝘢 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘧𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘳𝘪𝘯𝘥𝘢𝘴, 𝘱𝘰𝘳 𝘧𝘢𝘷𝘰𝘳 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘳𝘪𝘯𝘥𝘢𝘴.