viernes, 22 de octubre de 2010

Nunca te tuve y nunca te perdí

Ahora he abierto mis endebles ojos y he quitado la cinta de mis labios, que triste es este día de perpetua realidad en dónde dejo las mentiras de mi corazón para saber hoy más que nunca que no te tendré para mí jamás. De nada me sirven los versos ni el amor del fondo de mi alma. Lo real me estrecha y me ansía matar haciéndome sufrir con impulso.

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