lunes, 7 de enero de 2013

Ni poeta ni suicida: Un desastre emocional.

¿Escribir para satisfacer a los demás? Lo último entre mis prioridades.
¿Escribir para enamorar? Así no funciona el mundo.
¿Escribir como método de desahogo? En estos días ni eso me ha regalado tranquilidad.
La verdad es que en ocasiones ni con las letras cuento para calmar mi ansiedad, todo se ha vuelto excesivamente confuso, mis sentimientos se vuelven inestables; un día odio y al siguiente amo.
Ya no sé cómo controlar mis impulsos, de tenerlo todo de pronto me quedo sin nada.
El proceso de olvido, curación, deseos de ser feliz; y luego volverme a enamorar. ¿Acaso ahí es donde inicia todo o donde termina?

http://youtu.be/wpbHV6ERbEc

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