sábado, 24 de diciembre de 2016

Porque somos una

Averigua quién escribe ahora....
Estoy perdida dentro de mí, vivo dentro del huracán.
Entre los campos no florezco, no puedo permitirme nada pues todo me lo prohíbe ella.

Esa injusta voz ardorosa que sólo es capaz de dañarme
E irónicamente la amo y me aferro a ella como una imbécil.
Estoy cansada...dios, estoy tan cansada.

¿Cómo hacerla callar? ¿Cómo hacer que se vaya?
Si al mismo tiempo me da la felicidad que nadie,
porque con ella y después de ella no existe más,
tan sólo la profundidad del enorme vacío, silencioso, arrogante, perpetuo...

No puedo hacer otra cosa que venerarla,
no puedo más que escuchar sus consejos grises,
y después sobre la tentación llegará el castigo.
¡Oh, el castigo de la mente y las palabras tortuosas!

Para alcanzar la salida habrá que obedecer un poco,
después de la tonta rebeldía llega la redención,
ahí estará ella, aguardando como todos los días,
ella, callada para después gritar.

Siempre será, nadie más;
porque somos una.

martes, 20 de diciembre de 2016

Realmente no me he engañado del todo

Aquí no existe el amor, ni la vida.
Aquí no hay nombres, sólo gritos y noches estrelladas.
Y dolorosos recuerdos atorados en la garganta,
estamos anestesiados.


viernes, 9 de diciembre de 2016

Un montón de pétalos

Te digo hola nuevamente y sé que es difícil estar aquí, lo acepto. Todavía estoy vagando en la basura, y cuando apenas te recuerdo, aparecen las lecciones suficientes para abandonarlo todo y escribir… escribirte a ti. Para mí hoy eres el escape del que siempre hablé y sin embargo abandoné.

  Estas tú para cualquier recorrido amargo; sé que no te irás pues en silencio haces compañía, sin malignidad esperas la tragedia o el drama necio de la persona enfermiza en que me transformo con tal disposición, casi con alegría. Personaje ficticio, imaginario, inexistente, sé que te quedas detrás de mí; y entre susurros no reclamas ni sonríes… sólo aclamas para salvar la voluntad que he destruido.

  Compañero discreto, ¿por qué eres tan justo? No te interesan los sucesos que me hacen lo que soy ahora, ni mi poesía falsa que hablaba de nadie y de nada; ¡vacío y miserable! Me envolví en la simplicidad de ocupaciones inútiles, rodeada de gente cobarde… personas que ni de lejos podrían ser como tú.

  Tan vanas todas, me acoplé a su vanidad, a su anclaje ante la monotonía, me acostumbré a no sentir nada por nadie, porque sabía que eso era lo que estaba bien… qué ironía, “lo que estaba bien”. ¡He sido falsa, idiota, simple… dolorosamente igual a todos los demás! A esos demás absurdos, caóticos en su imbecilidad. ¿Por qué abandoné mi caos poético? ¡Mi deseo ardoroso por crear!

  Necesito despertar, recordar quien he sido durante mis años de vida antes de aquí. No soy ingenua, nada será otra vez igual… al menos quisiera recuperar el arte de tenerte frente a mí, de admirar tu rostro de preocupación. Otra vez tú y yo acompañados del alba, enganchados a quimeras nostálgicas, escribiendo de esquizofrenia, de angustia, de alegre desconcierto; escribiendo.

  Las letras aún aguardan para ser robadas, codician tu vuelta para ser transformadas en palabras organizadas para tu poesía.

A tus pies están ellas, y estoy yo…
Vuelvo para recuperarnos… ¡Vuelvo para salvarme!
De ellos nunca fui, soy de ti

De ti. 

jueves, 1 de diciembre de 2016

Hasta que me canse de escuchar tu canción

Pareces mi última gran emoción, he dejado de ser y he dejado de sentir; pues no hay lágrimas y tampoco sonrisas. No sé qué pasa y ya no me esfuerzo por entenderlo, como todo ser humano me adapto. Al silencio que ahora adoro.

Lo último que queda es la chispa de un encuentro que nunca se dio, de sueños y anhelos añejos, brillo que aunque no ilumina da aliento. Al menos aún soy capaz de sentir cuando pienso en ti... Aunque mi tiempo se agota, el tuyo también.

Y pronto dejaré de preguntarme donde estás, en qué estás pensando. Pronto sé que suena a burla e insensatez, pero a mí me sabe a amarga certidumbre. Oh, amarga revelación. Te quiero gracias al recuerdo, todo lo demás te aleja, comienza a sobrar tu voz aquí. Te desapareces desdibujando aquella dicha que ofreciste. Sé que alguna vez fuiste algo ¿Pero qué?

Una auténtica canción de amor y después te callas para siempre, me canso de repetirte y me canso de intentar sentir algo nuevamente. Cualquier emoción que desentierre esta podrida fe, esta miseria emocional. Carencia de motivación.

Aún no quiero que te vayas, aún no quiero que...
¿Dónde estoy?