martes, 20 de noviembre de 2018

Libros para los locos

Mis intentos son sinceros, mis deseos ansiosos. Quiero abandonar las tormentas del pasado, no me importa si tengo que reiniciar una vez más.

Este corazón aún alberga el dolor y la desesperación, estoy tan cansada. Pido el auxilio y el perdón por todo lo que alguna vez hice mal, por los errores que hoy me han alcanzado; los errores que han devorado lo poco que queda en mi alma.

Busco la calma de mi llanto, puedo ser egoísta pero jodidamente necesito que el dolor se vaya de aquí. Necesito respirar.

Y él no dejará de gritar, siento su respiración detrás mío, lo acompaño en su doliente melancolía. Estamos atrapados en este campo de flores muertas, nauseabundas.

Necesito exiliar la tristeza que recorre cada rincón en mí, que aborda mis cicatrices, que no me deja dormir bien. ¿Cómo le llamo a esto? Infierno, vacío, eco, mucho eco.

De nuevo aquí le hago una ofrenda a mis miedos, le reclamo a los recuerdos. Añoro el amor que se ha ido, se arrodilla mi espíritu a las penas... Y lo recuerdo todo.

¿Por qué he dejado de escuchar a mi corazón? Sé que se acaba el tiempo, puedo escuchar el reloj de mi vida, y me apago, yo sé que me voy a morir.

Ya no existen más las cartas, ni las canciones, ya no se escriben más poemas, ni se leen más los libros
Los libros de los locos.

Yo que no soy yo,
Que no me siento yo...
Aquí no existe salida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario