lunes, 17 de diciembre de 2018

Castillos de arena

¿Para qué seguirme engañando? ¿Con qué objeto me mantengo aquí?
He sido terca, con mis fugaces fantasías, dándole vueltas a un globo terráqueo como una desquiciada.

La vida se ha encargado de cambiar mis objetivos, modifica la estructura de mis deseos. Parece que sólo soy capaz de pensar en tiempos muertos, no puedo olvidar la noche que bailaba sosteniendo mi cuerpo en tu cuerpo.

Me diste el "te quiero" que siempre me faltó. Tan poco tiempo fuiste mío... Exquisitez de angustia y nerviosismo. Fuiste parte de mí y aunque odio esta perspectiva, sé con certeza que al tú quererme yo me quería.
Claro que me quería.

¿Y cómo iba acaso a ser distinto? Al tenerte me tenía.

Pero a día de hoy debo salvarme de mí misma, reencontrarme con el dulce placer del espíritu en calma, de un cuerpo conectado con sus sentidos, de un cerebro que no le teme a las madrugadas.

Espero que mis palabras sirvan a la reafirmación de mi deber, mi destino. Hago mías las ideas de la noche, me entrego a mí. A pesar del mar yo reconstruyo mis castillos de arena, y te pienso sin tristeza, mas con la certeza de lo que fui y no debo ser jamás otra vez.

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