viernes, 17 de julio de 2020

Me mata

Me mata no verte, nunca poder acariciarte,
nunca poder haberte tocado. Me mata encontrarte sólo en sueños, y además incluso ahí infinitamente lejano.
Me mata saberte nunca mío, ya nunca más. Me mata escribir de imposibles, de saborear en mi imaginación tus labios en mi boca, tu abrazo en mi memoria. ¿Será ficción? Mis recuerdos están distorsionados.
Me mata no poder hablar contigo, no tenerte ni en la voz, me han robado cualquier oportunidad de acercarme, como un gato solitario. Eres el amor que el creador había diseñado para mí, que falló al no hacerme idónea para ti, para lo que tú necesitabas.
Me mata, y me matas, tu indiferencia es un peso demasiado grande sobre los hombros, aunque lo merezco... quema. No quiero volver a repetirlo pero tampoco puedo detener el curso de mi corazón vacío; no creo poder volver a querer a nadie más así, me siento condenada al fracaso amoroso, como si así siempre debiese haber sido, como si fuera el precio a pagar. El precio a pagar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario