jueves, 15 de julio de 2021

Carta a mi hermana mayor

Nunca te envié una carta que escribí la noche antes de que volvieras de CENTRA. Y confieso que mi corazón está agradecido por ello. Me dueles, me decepcionas, pero sé que nunca me atreveré a decírtelo porque incluso ahora no deseo herir tus sentimientos.

Hermana, mil noches me pregunto ¿por qué nacimos? Cada vez que alguno comete un error de gravedad. Ya no quiero hacer de la vida de nuestros padres un infierno interminable. 

Hermana, ¿Cuánto más deseas sufrir? ¿Qué catarsis necesitas? ¿Cuánto más quieres perder? Te deseo madurez, responsabilidad y mucho amor propio. Yo nunca podría no amarte, pero le pido al cielo que abra tu mente, que dejes de partirte la cara con cada año que pasa. Quiero que nuestros papás estén felices. 

Sé que nuestra vida nunca fue fácil, y que sólo nosotros como hijos podemos entender el dolor que atravesamos en la infancia, pero el primer paso es aceptarlo, y lo demás es hacerse responsable de lo que somos AHORA. El pasado ya no puede arreglarse, cambiemos este presente, logremos tener la motivación que siempre nos hizo falta.

Hermana, ya no quiero que seamos hijos tóxicos, quiero curarme, anhelo que te cures. ¿Qué nos hace falta? 

No hay comentarios:

Publicar un comentario