jueves, 22 de julio de 2021

Golpéame con puños, no con palabras.

Padre, estoy cansada.   

Cansada de que me causes tanto dolor. A veces preferiría que me rompieras la nariz en lugar de destrozarme el alma con palabras afiladas.

Nunca leerás esto, evidentemente, pero mi espíritu está cansado. Y no puedo recordar un instante en el que me haya sentido plena de estar viva. 

¿Chantaje? Estoy harta de esa maldita palabra que vive entre tus dientes. ¿Por qué no puedo exponerte la oscuridad de mi mente y tú si puedes quejarte de la pésima vida que elegiste? Porque sí, tú la escogiste en uso de tu libertad.

Y nosotros, como hijos, no pudimos elegir sencillamente no existir.

La vida es rara.

Padre, te amo y te detesto al mismo tiempo. Te niegas a quitarte la venda de los ojos, no quieres ver lo que has creado. 

Tengo miedo de querer morir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario