viernes, 25 de noviembre de 2022

Las cuatro letras

Y juro que cada día me recordaré no decirte papá, porque en realidad nunca exististe. Me engañé a mí misma durante tantos años, soñando que cambiarías, idealizando un futuro en el que derramaras una lágrima en mi favor. No te conozco, nunca quisiste saber quién era yo, cuales eran mis preocupaciones al dormir, qué pasaba por mi mente… Ni las veces que supliqué que me rescataras del infierno, en cambio rompiste mi motivación de vivir, me destruiste y cada cicatriz en mi piel es una prueba más de tu malicia. No tengo papá, esa es la única verdad. Aunque me tomé toda la vida, juro que todo el dolor que me has provocado me impulsará para salir de esta severa depresión. Lucharé hasta el final para que pagues cada una de tus maldiciones, no me detendrán mis trastornos, ni la culpa, nunca más. Cliché, cliché: pero no te pedí existir. Ahora espero paciente que las consecuencias por fin te alcancen, Licenciado hipócrita y mentiroso. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario