Al fin despierto de este falso sepulcro, renazco entre las piedras y el musgo. Y creo que empiezo a conocerme, entre murmullos está la senda olvidada tiempo atrás.
Soy de la tierra mojada, de la madera de los árboles, mis pies están desnudos sobre la maleza.
Mis brujas nunca me abandonaron, el cielo me ha perdonado. Este aroma es inconfundible, me abraza y me acaricia.
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