viernes, 30 de octubre de 2015

Dama de gris

Eres demasiado poderosa, más de lo que había imaginado; confié en las habilidades de mi mente, en mi segura razón, y en todo lo que ya sabía. Y así ganaste.
Ganaste, monstruo frío, criatura engañosa de sonrisa siniestra, de lunares perfectos.  Lograste borrar aquella parte de mí, más que borrar, la aniquilaste. Acabaste con todos mis deseos futuros, con todos los placeres. Te llevaste todo lo que hacía de mí algo. Algo. 
Ahora no soy nada, no soy nadie. Te cedo torpemente mi eterna dedicación, te doy mi vida, te doy estos estragos del cuerpo; ya no tengo razones para intentar abatirte, para cerrarte el paso. 
Entra…
Entra.
Dama de gris, dama ávida: eres todo lo que siempre quise. Y hoy que estás aquí no puedo disfrutarte; pues me consumiste y me acabaste. Ya no tengo la fuerza para deleitarme con lo que he logrado, con las palabras dulces que he oído; me consumes, me consumes… 
En un beso cruel de boca carmesí me transmites tu veneno. Valioso veneno, adictivo. 
Ya no puedo vivir sin ti,
Y contigo me estoy matando.

viernes, 23 de octubre de 2015

Respira

Pravo corazón ¿qué quieres de mí?
Arrastrándome del cielo al infierno, del cielo al infierno, del cielo al infierno.
En un día; corazón agobiante ¿qué pretendes obtener de mí?
Ya te llevaste todo, ya me entregaste todo.

Alegría melancolía, alegría melancolía, alegría melancolía.
Vuelves y te vas, no te tengo; no me pertenece nada
No pertenezco a ninguna parte. 
¡Déjame en paz!

Quiero respirar, me gusto cuando estoy bien.
Me admiro cuando sonrío, cuando nada externo me interesa
Cuando soy madura o inmadura, cuando mi risa se torna insoportable
Cuando los demás escuchan mis comentarios imprudentes
Me gusto cuando soy normal, y cuando hablo con él,
me gusto intolerablemente cursi, soñadora. Real.
Yo me amo cuando estoy en la superficie.

jueves, 22 de octubre de 2015

Huesos fríos

No es que no sepa quién soy, es que ni siquiera sé qué soy.
No es que me duela la vida, porque no soy capaz de sentir nada y ahora no entiendo qué es peor.
El infierno del vacío no quema, hiela.

Y apenas una chispa de fe me mueve, abro los ojos.
Aunque las siestas me parecen más placenteras que el tener que rozar el suelo con mis pies, incluso más que el olor de las cosas viejas, o el sabor del café en un día nublado.
Largos días, eternas horas que los sueños saben volver veloces.

Alguien me grita, pero no puedo entender lo que dice...
Alguien me toca, pero tampoco puedo sentirlo,
alguien sufre y me resulta cruelmente indiferente.

Quiero huir, y en cualquier parte me siento encerrada.
Todo en el mundo se ha hecho celda.
Gris, oh gris.

Apenas la pasión de las letras me salvan,
o mejor decir que me mantienen sostenida al borde de la nada.
Besos, digo de grietas; abrazos, digo de las horas en la regadera planeando el horror de los demás. Ayúdame, gran inexistencia. Ayúdame, porque me ahogo y no hiere, no asusta.

A veces recupero razón y la habilidad de acelerarme,
tiempo demasiado pequeño, tiempo ingrato...
Soy la buscadora de esperanzas a trozos, esperanzas mediocres.
No mereces estar aquí.

Tengo miedo de no volver a funcionar jamás,
de anclarme a esta amargura alimentada de vacíos y ansiolíticos.
A este gris de sonrisas engañosas y de huesos fríos.

martes, 20 de octubre de 2015

Melifluo

De manera sencilla depende de ti, dependen mis besos; mis abrazos tiernos.
A los lugares que tú quieras se dirigirán mis pies...
A los bosques, los desiertos, los inhóspitos lugares que cobrarían magia por ti.
Por nosotros, si quisieras.

Eres tan exacto, parece que dios tuvo el capricho horroroso de crearte especialmente para mí, para que nunca estés conmigo... Si de novelas trágicas hablamos, mi vida es una. ¿Por qué no podemos romper con todo? ¿Por qué no recibir al infierno con los brazos abiertos?

De todos modos, atrapándome al cliché, te puedo susurrar: Cualquier lugar en que no estés ya es un báratro.

domingo, 18 de octubre de 2015

Demonio de agua

Vuelves de esto el féblil lamento, de todo lo que aún no sé; ni quiero saber. 
Me tienes, como quieres, acobijada entre el colchón y los suspiros. 
Esperando a que se calle, esperando a que se detenga. 
Me rodeo de los libros, de las historias ficticias que distraen todo lo demás. 
Es proficuo lograr olvidar, los anhelos fisiológicos se evaporan. 
El efugio. 

viernes, 16 de octubre de 2015

Los cinco sonidos del suicida

El silencio también grita, sabe quebrar tímpanos. El silencio habla de soledades, del gran laberinto sin fin. No hay más después de aquí, no hay más. El callado cuarto oscuro que rodea a un insomne, es la representación del infierno poético, del deseo de no haber sabido nunca…

  El lápiz trazando palabras dolorosas, escribe emociones acumuladas en el oscuro precipicio de un alma ignívoma. Detalla lo que nunca dice el prisionero. Preso en un cuerpo donde la única ventana para respirar es apenas un hueco mental que lo une al lápiz y el papel.

  El frasco destapado, lanzando aroma a fallecimiento y a gozo. El hombre-sombra empieza a adamar su olor y su función. El ruido de las píldoras al caer es música, su significado es de libertad absoluta. La sombra suspira, llora y suspira.
  El sonido de su garganta al tragarse a cada monstruo. Uno, dos, tres, cuatro, veinte…Todo se desvanece, esta noche toda la gente dormirá contigo. Para él será el final de todo cuanto puede ver, hombre sombra, no deja de alimentarte, no se detiene. Se acaba el mundo para para él, y es como si los demás murieran también.
  La eufonía favorita es la de la última exhalación. El final del claro.

lunes, 5 de octubre de 2015

Deja que me encierre en mis libros

Deja que me encierre en mis libros, porque no quiero nada más. Quisiera limitarme a ello y borrar todo lo demás, dejar atrás la angustia de no saber a ciencia cierta qué va a pasar; tengo miedo de ser feliz porque la vida me ha demostrado que siempre habrá lugar para las desdichas y la amargura. No puedo esperar al día en que el mal caiga sobre mí, cuando llega todo es caos y lloro en mi interior, porque no me quedan más lágrimas que expresar. Por dentro grito hasta destrozar mis cuerdas vocales, por dentro no hay nada. Solo vacío. Por favor, deja que me encarcele en mis fantasías y nunca añorar a cada personaje mientras me decepcionan. Mi corazón arde y se enfurece, decide que debe volverse adorador de historias. La quimera es maravilla, mi realidad, mi escape a la vergüenza de un mundo devastado; desintegrado. De las falsas e hipócritas sonrisas, de las risas que no soporto. ¡No soporto! Me harta la verborrea de sus bocas carmesí, me fastidia su desinterés ante cualquier cosa, la intrascendencia de sus cerebros estancados y mediocres. Soy cobarde, quiero serlo, no me interesa, quiero empaparme de palabras, envolver mi lengua entre frases que nadie entiende, quiero reírme de mí misma y matarme al final de cada historia. Resucitar como lo hacen, una o mil veces. Quiero sentir que pertenezco a algún lugar.