La luna sólo me miraba a mí, éramos muchos sobre bicicletas... Pero la luna me veía a mí, me conquistó. Tan blanca, tan llena de luz, tan parte de mí. La conexión fue real y ella y yo lo sabemos a la perfección. No hay nada más bello que admirar la belleza de algo que no puedes tocar. El amor así debe ser, sin cadenas. Admiración, ternura y el corazón estallando de amor perpetuo.
25/12/23
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