No sé que tiene la vida, a veces a favor, a versos en contra nuestra. Mi frase cliché pero real de una adolescente primeriza es la siguiente: Creo en el amor sólo porque tú existes. Y si te vas, siento que ya no podré soñar jamás, que desapareceré y nadie lo notara, porque tu mirada es la única que me cuida ahora, eres mi universo, borraste todo mal...No te vayas, por favor.
¿En cuánto tiempo liquidaré mis deudas? ¿De verdad seré la peor hija, la peor hermana y la peor pareja? Si dices que dios existe, yo creo que no le importamos en lo absoluto, como un experimento fallido. Porque no puedo comprender que anhele hacer de mí un ser humano perfecto, feliz y perdonado; si crecí en un ambiente de violencia, golpes, inseguridad y una búsqueda interminable de aprobación.
Es como enviar a Judas al infierno, si todo está escrito él debería ser liberado de su carga de traición. Si no fuese por él, ¿cómo Jesús iba a expiar nuestros pecados? No quiero cuestionar para herir, es lo que verdaderamente siempre me pregunto. Por eso elijo el camino más corto: dios no existe y somos una mera casualidad de...nada.
Duele amar si amas con pasión, a mi me quema el miedo a perderte. Haz hecho de mi vida un hermoso desastre, me sacaste del infierno de la medicina incontrolada, haces realidad muchas de mis ilusiones. No quiero arrastrarte a mis traumas, pero eres tan dulce, me llenas tanto de paz, me haces sentir protegida, no puedo resistir mi necesidad de ti.
Yo amo tu cuerpo, sí, y la forma en que hace sentir al mío. Pero también amo tu forma de pensar, tus abrazos, tu ternura, tus ojos chocolate oscuro, lo sencillo que fue que encajaras en mi vida. Tu sacrificio por estar conmigo.
Te amo, Andrés.
01/12/23
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