viernes, 8 de agosto de 2025

Tu carta la llevo en mi cartera

Cómo objeto tangible tengo la torpeza de tu caligrafía conmigo. Un papel desgastado que en su dobles ya no se endereza. Un secreto que guardo en mi corazón, tus palabras y aroma cerca mío. Cuando te leo puedo volver a tocar tu risa de octubre y su otoño, retengo el recuerdo de tus besos para siempre.

Tu carta mantiene tu imagen y tu voz perpetuas para mí: aún me estás salvando. Del diablo, del miedo y el caos del vacío.

Tu lengua vive en mis sílabas, vínculo poético que hace eco del amor que alcanzamos a sentir. En mí ya eres historia y huella tatuada con tinta de melancolía. Ahora caminas por calles que no conozco, haciendo vida con personas a las que no puedo dar nombre.

Pero... Llevo conmigo la prueba dolorosa de que alguna vez fuimos. Te juro que te llevaré hasta que mi memoria falle y mi espíritu escape.

Da igual cuantas monedas tenga o se pierdan, tu carta permanece, cuidando el único idioma con el que puedo hablar contigo. 

miércoles, 6 de agosto de 2025

Sanadora

Admito que no puedo odiarlas.
No porque fueran justas,
sino porque, igual que mi piel,
ya son parte eterna de mi historia.

Todo lo que dolió sanó,
incluso aquello que juré que me mataría.
Mis cicatrices son el perdón
que mi cuerpo le ofrece a mi alma,
el signo de que, en el sufrimiento,
también habitaba el amor.

Ya no quiero ser coleccionista de heridas;
ahora lucho por ser sanadora
de guerras mitad perdidas
y mitad ganadas

martes, 5 de agosto de 2025

Quisiera ser tu perfección

Quisiera arrancarme los restos de mí que te incomodan.
Pulir mi sombra hasta que deje de tener esquinas.
Ser la estatua que contemplas sin querer tocar,
el cristal sin grietas donde tu reflejo nunca se distorsiona.

Me miro al espejo y ensayo la versión de mí
que podría sobrevivir a tus ojos.
Guardo mis risas estridentes en un frasco,
apago los temblores de mi voz,
y extirpo las palabras que nunca sabrías amar.
Si pudiera, dejaría en la puerta mi piel usada
y entraría ante ti como un lienzo virgen,
una promesa muda de perfección ajena.

Pero en el fondo lo sé:
aunque logre vaciarme para caber en ti,
aunque cada fragmento de mi ser se doblegue
como un tallo roto bajo tu peso,
seguiría siendo demasiado.
Seguiría siendo yo,
y tu amor exige una ausencia que no puedo ofrecer.

Así que me quedo aquí,
deseando ser la quimera que tu corazón toleraría,
y al mismo tiempo sabiendo que,
si lo consiguiera,
ya no quedaría nada de mí para amarme.

lunes, 4 de agosto de 2025

Semilla

Tu gran amor me dejó
una nostalgia absurda,
un agradecimiento roto que nunca cierra.

Eres mi otoño perpetuo,
crujes bajo mis pies en cada recuerdo.
En mi memoria guardo una semilla:
una caricia suave con tu aroma,
tan tuyo, tan irrepetible.

Un beso nos bastó para compartir la intimidad del mundo.
Contigo aprendí a vivir,
a querer vivir;
y aunque casi muero cuando partiste,
valió la pena.

Sin ti quedé vacía,
pero no me arrepiento de saber
que existe alguien como tú.

Escuché el silencio sin miedo contigo,
y ahora el miedo me grita tu ausencia.

Tu amor es un capítulo sagrado de mi historia,
uno que leeré cada vez
que la vida pierda sentido,
aunque duela,
aunque sangre al recordarte.

viernes, 1 de agosto de 2025

Pulso

En el rincón más secreto de mi cerebro, en un banco vacío, estás tú.
En mi casa eres humo invisible, eco en un cuarto que sobra.

Hoy sé que para dejarte ir no tengo que arrancarte de mí; dejar de buscarte no significa olvidarte.
Le devuelvo al mundo lo que alguna vez fue mío.

Dejas de ser cárcel para ser una de mis historias favoritas.
Ya no gobiernas mi pulso: no eres el libro, solo una página doblada en mi memoria.

Y al fin, te suelto.