domingo, 22 de agosto de 2010

Disculpe, doctor...


Ya jodí la vida de las personas lo suficiente
ya odié, ya amé, ya me vengué...
Aunque "Dios no quiera"; doctor póngame la inyección...

Sufrí un océano de lágrimas, escribí poesía de amor y desamor.
Me lamenté sobre mi húmeda almohada y grité el auxilio que necesitaba.
La eutanasia será lo mejor.

Me hirieron, herí; me odiaron, odié.
una deuda tengo con la tristeza, una deuda imposible de saldar, se me ha acabado el tiempo. Doctor, pudo haber sido mucho peor.

No me querían, querían mis palabras. Él no me necesitaba y como una loca acudía a él. No quería mis suspiros, sin embargo mi respiración acorté. Y más suspiré.
Le regalo los órganos de mi cuerpo, doctor.
Cumpla su promesa y termine con este dolor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario