lunes, 2 de agosto de 2010

Retornando a Andrómeda.


Pues aquí estamos otra vez, dejándonos envolver por la magia de la escritura. Pidiéndola a la vida otra vez que no me mienta cuando dice que ya todo a terminado. Y que esta vez sea verdad que me encuentro enfrentando un nuevo comienzo.


Me sentí extraña y sobretodo me sentí muy muy cobarde después de la actitud que decidí adoptar cuando veía que me encontraba en un callejón sin salida. Hoy sé que mi llanto y mis quejas, más mis penas, no harían que el dolor disminuyera, al contrario, sería como comúnmente dicen..."poner el dedo en la llaga" ¿y eso que me dejaba? absolutamente nada. Más que el daño a mi ser, a mi persona y a mi alma...una llamada auto lesión.


Debo agradecer a todas aquellas amigas y amigos que siempre estuvieron ahí para mí, cuando me hundí en una profunda depresión secreta. Sólo mis mejores amigos saben la razón de mi tristeza por así llamarlo. Gracias por no dejarme caer, sé que fui una egoísta pero permitieron que no cayera en el papel de "víctima" como lo hizo él.


El día de hoy intento profundamente mantener los pies en la tierra, no vagar mi memoria por sueños de muerte ni de liberación. Sé que mañana el día estará mejor o estará peor. Pero el escudo invisible que tengo me protegerá y me salvará de todo mal. Mis creencias religiosas están rotas y lamento eso. Solo siento que algo me salvará, no le pondré nombre.


Mi música me ha salvado, mis sueños, mis historias, mis poemas me han sabido mantener de alguna forma cerca de lo que creía que no existía que era el amor. Siempre ha estado en todas partes por donde camino y no puedo escapar de él ni de su destino. Me abraza el amor, me siente, me inspira, me respira..yo puedo sentirlo entre mis dedos...Si el amor no hubiese existido entonces ¿qué lo hubiera hecho? Ahí estás a cada paso que doy y en cada centímetro de mi cuerpo. Manteniendo mi vida en peligrosa estabilidad, pero no me matas, nunca lo harás....Y si me haces daño, lo haces sin quererlo, porque tus trabajadores (humanos) no han sabido hacer un buen trabajo ni han sabido seguir tu experiencia como se debe. Amor, tu no eres algo malo, las personas te hacemos mal.


Quiero pedir perdón por todas las cosas que hice, por mi egoísmo, por creer que el mundo era el que caía sobre mí y mis problemas son los que caen y me colocan retos y metas que no debo de cuestionar, debo simplemente luchar por ellas, luchar aunque sangre y aunque el paso de los años me deje cicatrices que no pueda borrar...tengo que seguir, seguir, caerme y levantarme para volverme a caer y volverme a levantar.


Desamor, ten piedad de mí...deja que el tiempo cure aquellas heridas que tú has dejado sin querer. Desamor ya me has hecho pasar la pérdida y la ausencia, te prometo que ya aprendí mi lección, este sufrimiento ya tiene que terminar...Te juro que te dejaré la puerta abierta para cuando debas regresar. Pero hoy no, hoy debo dejar el dolor en el pasado y dedicarle una sonrisa al espejo.


Andrómeda que tan lejos estás y que me haces sentir sensaciones que nunca había sentido, perdóname por querer asesinarte, perdón por pretender hacerte alguien que nunca fuiste y disculpame por obligarte a jugar aquel juego que sabía que terminarías por perder. Gracias Andrómeda por darme aquello que nadie me supo dar: Inspiración...


Amo a mi infierno de palabras, amo la melancolía de mis versos y sobretodo amo que cada suspiro que suelto sea una razón para seguir escribiendo, aquellos escritos góticos que abrasan mi mundo, mi pequeño mundo que solo le abre las puertas a Andrómeda...


Un dolor, una persona, un desamor, los he dejado atrás y no permitiré que nada otra vez haga que deje de escribir para el amor o que escriba en desesperación, nunca más...


Andrómeda de Madero :)


No hay comentarios:

Publicar un comentario