Tal vez él no sea un poeta, ni tenga ortografía perfecta, ni siquiera es famoso, pero tiene un corazón de oro, estoy segura. Y eso es lo que provoca que día con día me enamore más de él.
Siempre soñé con tener a mi lado a un poeta, aquel que recitará versos perfectos en mi oído, que llenara mis días de palabras dulces y sensibles, quien todos los días compusiera una canción pensando en mí.
Pero hoy me he dado cuenta de que tú no eres el poeta que siempre soñé, eres más que eso, te has convertido en la luz más brillante y hermosa que se ha asomado en el tunel de mis pensamientos, eres increíble porque tienes el corazón demasiado grande.
Eres más que el poeta difuso de mis profundas quimeras, te has convertido en el hombre de mis sueños y poco a poco vas ocupando un lugar, el más importante en mi alma y en mi vida. Eres la medicina de mi dolor, eres la calma...el arcoiris después de la tormenta, eso eres tú.
No me importa que no seas un poeta, tampoco me importa que todos los días compongas una canción para mí, lo único importante para mí es que siempre logras hacerme sonreír, lo primordial ahora es lograr hacerte feliz.
Juro que no sé aún en que momento empecé a enamorarme de ti, llegaste de repente y te convertiste en todo.
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