Mis sueños a tu lado.

A veces, quisiera recolectar todas las poesías y todas las novelas que he escrito para ti. Y en una madrugada llena de estrellas, dejar esos escritos en tu puerta. Sólo para que tengas en cuenta todos mis sueños a tu lado. Todas las ideas que he plasmado a un futuro incierto. Mis esperanzas puestas en lo imaginario.

He inventado mil novelas relatando tu llegada, quizás una piedrecilla en mi ventana y una sonrisa bajo el balcón o una visita inesperada en el colegio, con un ramo de rosas amarillas sobre tus tibias manos. Y yo, frenéticamente feliz, me hundiría en tu pecho, me aferraría a tu cuerpo y en mis arranques amorosos te robaría un beso, o dos, o tres, ¡O mil!

Posteriormente, en una fantasía aún más lejana, veo nuestra imagen fusionada en el rostro de un ángel creciendo en mi vientre. Y ese ángel sería al único que amaría con la intensidad que te amo a ti.

Pero odio regresar a la realidad, ella duele, ella me quema, interfiere en mis sentimientos, me desilusiona, me arrebata tu amor, me desvanece.