lunes, 11 de febrero de 2013

El amor daña

No es muy distinto, ¿cómo puedes intentar amar a alguien si ni siquiera has logrado deslindarte totalmente de otra? No soy un reemplazo,  o eso quiero creer. No soy la cura de su alma, la salvación de su soledad, no soy ni quiero ser. Y si piensa que es, no podemos continuar forjando un camino juntos.
No puedes dudar ni un segundo que te amo, porque he dejado por ti cualquier fantasma del pasado, porque he abandonado esos trágicos ayeres, esas promesas incumplidas, esas malas remembranzas, por ti, por mí; las  he dejado para siempre. Pero tú sigues atrapado, en una melancolía inacabable, un muchacho de ojos tristes que no puede sonreír ni con mi presencia, y en todo esto; quien más perjudicado y lastimado sale, es mi corazón. Pues lo dejó todo,  y resultó más dañina la cura que la enfermedad. ¿Por qué tiene que ser así? Yo no deseo esto, yo quisiera terminar con todo, anhelo más que nunca sentirme en libertad; las alas que me permiten desencadenarme de un amor que no me pertenece, cadenas que yo misma permití que se me fueran impuestas, cadenas que me hacían, irónicamente, la persona más feliz que podía existir. No me importaba nada más, pues aún en la lejanía, podía sentirte, y eso, es maravilloso, o tal vez lo fue. Pero amor mío, no quiero que me utilices de amortiguadora, yo no puedo sanar a alguien cuando mi alma está constituida por rasguños y cicatrices, no puedo ayudarte si ni a mí misma puedo. No me lastimes, no me engañes, no me veas como una salvación, como una coartada, porque no lo soy. Yo soy más que eso, yo soy más de lo que ella representa, tal cual. Mi vida está dedicada a amar sin medida, a entregarlo todo, a sentirme insegura de perder a quien amo, a fingir sonrisas, a pasarla tragando pastillas inútiles que me dejen a merced un rayo de luz. Contigo no las necesito, contigo todos mis vicios se vuelven nada, porque tú te transformas en todo. Yo soy así, cada domingo imagino mi suicidio, cada miércoles me siento repentinamente alegre, y después, los viernes, no siento nada, absolutamente nada. No quiero terminar mal, no soy un reemplazo. Yo renuncié a todos los fantasmas. Si dices amarme, ¿por qué no lo has hecho tú?
Por favor no me lastimas, te ruego no me lastimes.
Soy demasiado débil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario