lunes, 25 de marzo de 2013
De extraordinario nada tenía
No sé por qué me enamoré de ti; me pregunto una y mil veces qué fue lo que en ti vi que no podía ver en nadie más. En realidad eres igual que los demás, verdaderamente de especial en ti no existe nada. Te veía hermoso en mi imaginación, en las fotografías, tu risa y tu voz. Encontraba el paraíso en cada uno de tus gestos, me sumergía en la tristeza si no sabía de ti, me hacías demasiada falta. Y ahora sé que eres tan simple, tan bajo; que existe tan poco por descubrir en ti, que tu boca no dice más que tonterías, y que de diferente no tienes ni una pizca.
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