Antes odiaba la llegada del amanecer, ahora la adoro, porque tengo la certeza de que encontraré un mensaje suyo diciéndome cuánto me ama.
No tenía demasiadas esperanzas para el futuro, todo giraba en torno a los recuerdos, a un amor del pasado que parecía no irse jamás; pero él llegó y descomunalmente lo modificó todo.
Y sí, dije que no una vez ¿recuerdas?
Que no pasaría, que de él y su insensatez no me enamoraría.
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