sábado, 23 de marzo de 2013

Soy un caso perdido

Parece bastante gracioso cómo terminamos aquí, por qué nos enamoramos así. Vaya, que realmente no lo soportaba, no coincidía en nada con lo que para mí estaba bien; y aunque sigue siendo así, ahora no concibo pasar el día sin saber de él. Resulta evidente que al paso del tiempo, lo necesito más, que cuando está ausente se apodera de mí la tristeza, un vacío. Lo sueño cada noche, lo pienso.
Antes odiaba la llegada del amanecer, ahora la adoro, porque tengo la certeza de que encontraré un mensaje suyo diciéndome cuánto me ama.
No tenía demasiadas esperanzas para el futuro, todo giraba en torno a los recuerdos, a un amor del pasado que parecía no irse jamás; pero él llegó y descomunalmente lo modificó todo.
Y sí, dije que no una vez ¿recuerdas?
Que no pasaría, que de él y su insensatez no me enamoraría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario