miércoles, 13 de marzo de 2013

Hielo y remembranza

Tengo miedo de lo que pueda suceder más adelante, de todas las lágrimas que tal vez derrame; de los engaños. Siento escalofríos cuando sospecho algo, parece que saldré lastimada, pero aún quiero confiar, todavía quiero creer que no me van a traicionar. ¿Es normal sentirme así? ¿O es que el pasado ya me ha afectado demasiado? Nunca acierto en las decisiones que tomo, así que esta vez no sería la primera en equivocarme.

  Me siento hasta cierto punto avergonzada, dolida al visualizar en lo que me he convertido, no entiendo si mis acciones han sido erradas, o al contrario, correctas. Quizás mis amigos siempre tuvieron la razón, quisieron ayudarme y me comporté como una tonta. O pudieron haberse equivocado, pudieron juzgar mal la historia, y entonces yo sería la persona más feliz que existe sobre la tierra.

  Hay inseguridad, frustración, celos, complejos, cigarros y alcohol. Por supuesto, si vas a hundirte, hazlo con estilo, corazón. Temo repetir esas desgracias. Seguramente volverá a pasar; otra decepción, relación fallida, amargura. No tengo la suficiente fortaleza para vivir tales crisis por segunda ocasión.

   A fin de cuentas él no me amó como decía; y en la oportunidad que se le presentó se olvidó de mí, de los miles de planes, de nuestra boda utópica, de aquel infortunado fruto del amor. Recuerdo todavía aquellos días, mientras que ahora está con alguien más, con otra ingenua. Después llegará otra y otra chica más. ¿Cuántos labios más desfilaran por su boca? ¿Cuántas caricias diferentes? ¿Cuánto dolor? No fui alguien especial, lo sé.

  Ahora no entiendo como después de tanto tiempo vuelves a entrometerte en mi mala poesía, en mis palabras; me persigues como una sombra, estás como tatuado en el alma. Nunca terminaste de marcharte, o yo jamás terminé de dejarte ir. Ni siquiera a ella, a la bella; ni siquiera a ella la hiciste feliz. Ella te amaba del mismo modo que yo te amaba a ti, ella era buena, dulce, perfecta...y también la heriste. ¿Qué será de tu vida ahora? Me han dicho que no has aprendido, que sigues siendo el mismo superficial, egocéntrico, amante de las palabras y  las promesas "bonitas".  Vaya lío en el que me vi envuelta.

  Él no es como tú, no puede serlo, no debe serlo; él es diferente, él es especial.
Él me ama y esperará, no se marchará. No tiene promesas que romper, ni corazones por destruir.
  
  Solo queda disfrutar lo que permanezca, y sufrir lo que se tenga que sufrir. Después de todo...

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