martes, 6 de enero de 2015

Valse triste

Sí, probé el sabor dulce de un beso suyo; pero jamás adiviné los secretos que guardaba su alma.

Sí, escuché y leí todas las veces que confesó que me amaba, que me exigió que jamás lo dejara. Mi corazón siguió cumpliendo una promesa olvidada. Pero entonces no comprendía que en realidad solo añoraba conquistarme, añadirme a su lista de éxitos y después del logro obtenido, alejarse.

Sí, florecieron mil ilusiones en mí, dejé que el amor – en su gran torpeza e hipocresía – me llevara a donde él estuviera, a donde su rostro hermoso me condujera. Pero había firmado la condena de mi vida al encierro, al suplicio de una, quiero creer, maldición sobre mi cabeza. Que no me cede a razonar, que volvió de mi edén un averno.

Jamás en mi existencia había querido tanto, me decía. Eres especial, eres distinta. ¿Realmente me creí todo eso? No, yo lo sabía, lo juro… fui una apenada marioneta. Me arrepiento, dios caótico. Me arrepiento, corazón, vida, futuro incierto, ¡cómo me arrepiento! Perdóname, alma. No sabía cuando me mentía…

Sus negros ojos transmitían, engañaban. Sus palabras envolvieron de tal modo, que hoy su eco persiste. Letras clavadas en mí, que aunque no me lapidan, me han destrozado. 

Cómo me ha roto tu ausencia, cariño. Si solo hubiera estado preparada, si solo yo misma me hubiese protegido, si acaso me quisiera un poquito. Solo un pedacito. Para rescatarme de ti. De tu adiós perpetuo. 

Odio para el mundo, para quien pretende acercarse, malos gestos y repulsión. Heridas como defensa, demonios que utilizo a mi favor. Recuerdos asesinos. Quiero soledad, pero la detesto. Y ella, por supuesto, me detesta a mí.

Algún día dejaré de escribir sobre ti, te obsequio este nuevo juramento. Cuando llegue el momento, sabrás todo lo que no me atreví a decir y traduje en poesía barata, y tendrás que enfrentarme como un hombre. Y seré libre, y serás libre. Y…aprenderé a amar lo que hay aquí, lo que no se ha ido, lo que tengo que soportar hasta el día de mi muerte; mi propio cuerpo. Brindándole paz al espíritu. Para siempre. El único siempre en el que deberé asentar mi fe a partir de ahora. 

http://youtu.be/rCvvk9i_3YU

No hay comentarios:

Publicar un comentario