sábado, 23 de julio de 2016

Novelista

Me parece que a ti te lo debo todo; huracanes y sonrisas. Estoy en continua deuda contigo: has desgarrado mi alma y extiendes tus palabras sobre mí, abriste mi cerebro para transformar para siempre mis ideas. Nunca soy la misma después de tu prosa, con tus historias suaves o salvajes, rotas y sublimes.

Me has salvado en la incertidumbre y desazón, no hay más verdad que esta. Me salvas en todos mis aspectos, a beneficio de mi mente, cuerpo y alma.

Sé que no estás pero ¡Ay! Cómo te sé sentir... Me invades en esquizofrenia, sostienes mi mano para transportarme al mundo que creaste a partir del corazón hacia la tinta; caminamos en una sucesión de imágenes desdibujadas... Veo la forma en que mi imaginación compite con la tuya en una fusión erótica de narrativa.

Tú eres mi entendimiento del amor, ¡no puedo compensar tal entrega! ¿Qué sería de mí sin tenerte a ti? ¿Qué sería de todos nosotros?  Nosotros, los lectores constantes, devoradores sin tregua, nostálgicos del arte que creas. Trazas el sendero hacia mi libertad, a diario debo colmarme de ti, de tu presencia a párrafos. Oraciones a modo de aliento, personajes a modo de calidez, de crepúsculo y brisa... A modo de TODO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario