sábado, 29 de mayo de 2021

Y San Junípero sería real

¿Es un capricho desearte así? Querer llevarte a navegar, curarte y pedirte que me cures. Estoy harta de los kilómetros, y aunque no me veas nunca, me mantengo contigo siempre. La lejanía crea ilusiones, sé que te idealizo pero me cuesta tanto evitarlo. ¿Es sólo un capricho fugaz que cada noche me sueñe acurrucada en ti? Tus palabras no me sueltan, tus promesas no me han permitido buscar la felicidad. No puedo culparte, y hoy tampoco me culpo a mí. Pero el corazón no se deja manejar por el cerebro, por la coherencia.

Mi locura me repite todo lo que desearía por verte a los ojos, siempre quise frotar mis dedos en tus cejas pobladas, besarte los párpados. Cómo quisiera unir mis dedos con los tuyos. ¿Por qué ahora quiero que me quieras? Tú desde ahí fuiste lo más cercano que tuve a sentirme amada y a creer que sabía amar. No me verás nunca. Y arde el pecho, ¿Dónde dejé mi amor propio? Estoy harta de palabras motivantes que todavía me suenan vacías. A pesar de entenderlo todavía te busco como una razón de ser. 

Si navegaras conmigo desde Andrómeda, y descubriéramos las estrellas como soles. Todavía te amo, todavía trazo tu nombre. Lo grave ha sido no verte volver. Debo tener fe en el tiempo, prometo olvidarte. Perdóname por haberme encerrado en una galaxia m81.

lunes, 24 de mayo de 2021

Deseo no arrepentirme de nada

He decidido desde hace mucho tiempo que todo aquello que escriba en este espacio debe fluir sin miedo. Acepto que no siempre me salen las cosas bien, el perfeccionismo me obliga a buscarle estética a mis palabras, pero todo es mentira. La belleza no puede resumir mis dolores, en cada monstruo también existen asuntos que resolver, en cada frase agolpada existe algo que se empieza a curar. Mi espíritu dice que el camino es el correcto.

Así que en lugar de embellecer cada letra y enrollarme en rimas vacías, quiero desahogar mis sentimientos, necesito llorar hasta quedarme seca, y volver a empezar. Mi vida nunca fue lineal, así que no busco que lo sea, nunca he experimentado una felicidad extrema, y todavía rezo porque eso sea normal. Aunque exprese lo contrario mi corazón no quiere vivir siempre triste.

Aunque las noches me aterren, aunque el hambre me despierte a mitad de la noche, aunque le ruegue mil veces al cielo que mi papá me salve, aunque no pueda olvidar. Es una lucha solitaria, agotadora pero que aún no se acaba. Sé que no tengo que ser yo la que decida el final de mis días, por ahora no, o por siempre no. Hiere, pero el destino no existe. 

No quisiera pensar que todas nuestras vidas se desarrollan al azar, que nada de lo que hagamos define nada. Dentro de mí sigue respirando la persona soñadora que cree que en este mundo hay un espacio para ella. No puedo permitir que ella muera, no lo merece, no es culpable.  

lunes, 17 de mayo de 2021

Familia con llagas

 ¿Qué pasa si todos estamos rotos? ¿Y si no tendremos un remedio jamás? Tengo terror, porque hemos creado demonios poderosos y dominantes. Temo que no logremos ganarles la batalla; el suicidio nos aclama con una sonrisa feroz, ideas constantes entre mis hermanos y mis padres. ¿Quién será el primero?

Sólo nos hemos dedicado a existir. Encapsulados en la mediocridad, carecemos de sueños, de ambiciones, y sobre todo de autoestima. Me parece que nuestro cerebro aún vive en el pasado, en una infancia dolorosa y traumática. Por eso ella se droga, por eso él no sabe estar solo, y también por eso yo he desarrollado una infernal imagen de mí misma, me autolesiono de todas las formas que conozco.

¿Cómo curarnos? Me refugio en la espiritualidad que se resbala de mis manos temblorosas. Siento cómo nos enfermamos cada vez más. Ya no nos quiero ver sufrir. 

Pero al mismo tiempo he aprendido a moverme así, soy frágil, iracunda, manipuladora y mentirosa. Perdóname, no nos enseñaron a vivir correctamente y ahora soñamos con morir. ¿Por qué carezco de ambición? ¿Qué nos faltó? Lloro en cascada odiándome por ello. 

A mis hermanos quisiera decirles: ¿Qué sigue después de todo esto? ¿Procede el puente o la terapia psiquiátrica? ¿A quién culpamos si al mismo tiempo los amamos infinitamente?

Sigues aquí

 


martes, 11 de mayo de 2021

Las cajas musicales están obsoletas

Ya no tengo miedo de expresar mis sentimientos, ya no le temo a lo que cualquiera pueda pensar. Sé que soy una persona triste, sé que soy aprehensiva y bastante loca. Sin embargo, al paso del tiempo he ido aprendiendo a disfrutarlo, porque sólo así el dolor trasciende. Y a veces, cuando no estoy drogada, cuando soy consciente, entiendo que ahora mismo esta es la versión de mí, de Corina.

Y aunque tengo mucho por reparar, mucho dolor que aliviar, entiendo que mi prioridad es curar mi enfermedad, librar a mi cuerpo de todas las drogas, superar mi pasado y aceptar mi presente. Lo sé, no siempre se puede hablar del sufrimiento con naturalidad y sabiduría. Muchas veces he querido morirme, he pasado noches enteras llorando por todo lo que no podré arreglar, por el futuro que creí que era mío.

Hoy estoy aquí, he alcanzado este punto. Tengo veintiséis años, sigo siendo triste, soy más realista, he conocido al diablo en persona, todavía siento su respiración, pero sé que se está alejando. Tengo la certeza de que algún día seré libre. Mientras tanto pienso seguir escribiendo lo que arranco de mi alma, seguiré relatando mis miedos, cayéndome, lastimándome, saltando del puente. No importa, mi cuerpo está sanando. Mi corazón me lo dice.

No me avergüenzo de darle vueltas a todas las cosas, de hablar del amor un día y al otro hablar del infierno. De mi familia, de los romances, del abandono, de la autolesión, de trastornos alimenticios. No me interesa agradar, aquí no. Mi cueva con estrellas artificiales. Soy lo que soy. 

miércoles, 5 de mayo de 2021

Es un sopor interminable pensar en ti

¿Cómo te lo explico si ni siquiera tienes interés en entenderlo? Nuestras vidas ya se encuentran en puntos totalmente distintos, lo sé, no soy ingenua. También he aceptado que ya no me ames. Y trato de ser feliz en medio de mi huracán.

Aún así hubiese deseado la oportunidad que me arrancaste de hablarte, de decirte por qué mi situación me trae tus recuerdos en cada sueño. Perdóname, pero no puedo engañarte, yo te necesito. Ojalá hubiera podido explicarme contigo, ojalá hubiera escuchado de ti la liberación que mi alma anhelaba. Ojalá me hubieras ayudado a olvidarte. 

No me encuentro en posición de exigir, porque básicamente ni siquiera recuerdas mi existencia. Pensar en ti me lastima, y pensar que mi apego fue más grande que el tuyo, aunque me pesa también me tranquiliza. Al final temía hacerte sufrir, pero fuiste más fuerte y más valiente que yo.

Perdóname por no superar un amor irreal adolescente, Eduardo, perdóname por no respetar tu espacio y tu vida. Estoy en proceso de recuperación, así que, nunca dejes de respirar antes que yo. 

domingo, 2 de mayo de 2021

Te estoy esperando

Quisiera que supieras quién soy y quisiera saber quién eres. No sabes cuánto deseo al fin conocerte. Y envolverme en un abrazo que se antoje eterno, como en un drama romántico. Mi subconsciente me grita que estoy equivocando el camino, que no debo esperar, que quizás deba buscar, pero el miedo domina cada espacio en mi vida. Me ha transformado en la sombra de lo que alguna vez fui. No me siento capaz de buscar el amor, sin embargo mi corazón arde del deseo inmenso a enamorarse, a descubrir un mundo nuevo, un romance sin mentiras y sin dolor. Tener alguien que no tema descubrir mis imperfecciones y que las ame tal como intento cada día amarlas yo. Pido demasiado, pero sé que ya me he castigado demasiado, sé que hasta personas como yo merecen ser amadas. Merezco ese amor de respeto mutuo, de aceptación, de comunicación, de piel contra piel.