sábado, 26 de marzo de 2022

El final de un libro sin saga

Mamá, perdóname porque no he sabido valorar que estás viva como debería haber sido, pero tengo el cerebro podrido. Y tal vez mi egoísmo me ha hecho pensar sólo en lo que siento yo que no me importa vivir que pensar en lo feliz y agradecida que estás por la segunda oportunidad que se te brindó de respirar gracias a los doctores que lograron mantenerte en este lugar.

Sin embargo, gracias al Universo, tengo este espacio para decir aquellas cosas que seguramente te lastimarían si yo te las dijese. Mamá, si leyeras esto no creerías; pero te amo con cada parte de mi piel, huesos, órganos y sangre. Lo sello con mi fe.

Dejando todo eso de lado, a veces ya no quiero despertar, porque creo que para mí no hay caminos ni esperanzas. A veces fantaseo con el final del libro y no del capítulo número veintisiete. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario