No sabes cuánto anhelo volver a ser la persona que era antes de que, a mí disposición, estrujaras mi cerebro hasta hacerlo como el tuyo.
Tengo tanto que reparar y demasiadas heridas que cerrar, no solo las mías, sino las que provoqué a todos los que confiaron en mí.
Sí, me equivoqué y ya estoy pagando mi error. Mi función ahora es apagar el fuego donde lo destruía todo.
Mis cicatrices están sanando, pido perdón por haberme abierto las venas, perdón a mí y a las dos personas que me necesitan viva.
Empezaré, ahora, a volver a ser yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario