domingo, 22 de agosto de 2010

Disculpe, doctor...


Ya jodí la vida de las personas lo suficiente
ya odié, ya amé, ya me vengué...
Aunque "Dios no quiera"; doctor póngame la inyección...

Sufrí un océano de lágrimas, escribí poesía de amor y desamor.
Me lamenté sobre mi húmeda almohada y grité el auxilio que necesitaba.
La eutanasia será lo mejor.

Me hirieron, herí; me odiaron, odié.
una deuda tengo con la tristeza, una deuda imposible de saldar, se me ha acabado el tiempo. Doctor, pudo haber sido mucho peor.

No me querían, querían mis palabras. Él no me necesitaba y como una loca acudía a él. No quería mis suspiros, sin embargo mi respiración acorté. Y más suspiré.
Le regalo los órganos de mi cuerpo, doctor.
Cumpla su promesa y termine con este dolor.

Un baile de fantasía.


Danzábamos alrededor de la pista como dos locos, era la primera vez en toda mi existencia que me sentía sinceramente especial. Él me tomaba de la cintura de una forma en la que me demostraba que
siempre me cuidaría, que siempre estaría para mí. Sus ojos iluminados estaban sedientos de verme. Su boca que embriagaba se ajustaba en ocasiones a la mía. Me sentía dentro de una novela cliché, una pequeña princesa custodiada por su príncipe. Aquel momento pecaba de mágico, fue como si las demás personas hubiesen desaparecido y él y yo estuviéramos bailando sobre las nubes, con las estrellas brillantes expectantes hacia nosotros. La luna nos guiñaba un ojo y el sonido de nuestros pies moviéndose, formaban una melodía romántica.

  Emocionada, coloqué mi cabeza sobre su pecho. Él formaba dibujos enigmáticos con sus dedos sobre mi espalda, después acariciaba mi cabello y situaba su mejilla ardorosa sobre la mía. Le susurré que lo
quería, le dije que lo amaba. Me sonrió entusiasmado como si mis palabras le hubieran inyectado una dosis de júbilo, satisfacción y dulzura.

  Más bailábamos y más nos amábamos.

Abigail Fematt


¿Querías que te aplaudiera, felicitara o me arrodillara?
No hijo, no amigo mío...Me burlo de tu sufrimiento. De lo mal que la puedas pasar porque yo soy Abigail Fematt, seré lo que tu quieras que sea...Hija del diablo salida del infierno o ángel de las tinieblas como tú desees verme. Cumpliré y estaré siempre ahí para ti, pero ¿sabes? Escondo un susurro de sarcasmo y te humillo detrás de la alcoba burlándome como alguna vez lo hiciste tú. Ahora puedo ofrecerte lo que quieras, después haré que anheles estar muerto o mejor no haber nacido nunca. Amigo soy la reencarnación del mal, ten cuidado conmigo y con mis pasos que silenciosos llegan a tu destino y al de los demás imbéciles que piensan que tienen el poder. Soy Abigail Fematt a nombre de todas aquellas mujeres que fueron heridas, de aquellas que amaron demasiado, de todas las que entregaron el corazón tan sólo por un poco de compasión. Nos llamaron patéticas y aquí estamos para defender lo único que nos queda que es la dignidad. Soy yo amor...aquella a quién alguna vez tuviste entre tus brazos, soy ella mi amor...La que dejaste abandonada y mojada entre sus lágrimas. Pretendo el control total, aquí estoy tratando de recuperar lo que perdí.

domingo, 15 de agosto de 2010

Cada día @WingsOfTime

Cada día convenciéndome más
de que nunca podré ser feliz
encerrada en mi cuarto
en la oscuridad de mis pensamientos
corre de mi muñeca una gota de sangre
que luego va acompañada de lágrimas
todo por tu culpa...
todo por tus mentiras...
todo por tratar de no ver la realidad.

Cada día alejándome más de aquella luz
de aquella luz que supuestamente es la felicidad
de aquella luz que todos piensan que es eterna
pero que en realidad ni siquiera existe

Ya no quedan esperanzas
quedan absurdos recuerdos
que se van convirtiendo en ilusiones
que alimentan el sufrimiento...

Lágrimas - Lord Alfred Tennyson

Lágrimas, indolentes lágrimas, no sé qué
significan:
Lágrimas que desde lo profundo
De alguna divina desesperación
Se alzan en la esencia del corazón,
y se reúnen en torno a los ojos
Al contemplar los alegres campos de otoño,
Pensando en los días que ya nunca serán.

Frescas como el primer rayo brillante sobre
la vela,
Convocando a nuestros amigos del
inframundo,
Triste como el último lamento agónico
que se hunde en el abismo con todo lo que
amamos.
Tan tristes, tan frescas, como los días que ya no serán.

Tristes y extrañas como los oscuros
crepúsculos del verano,
Las primeras voces de las aves cantaron
Sobre los oídos muertos, junto a los muertos
ojos
Que contemplan la mañana trepando sobre
la ventana;
Tan tristes, tan frescos, como los días que ya
no serán

Amados como el recuerdo de los besos tras la muerte,
y dulces como la indiferente fantasía fingida,
sobre aquellos labios que serán de otra;
Profundas como el amor,
Profundas como el primer Amor,
salvajes huellas de un pálido remordimiento.
Oh, amarga muerte en vida, ellas son el
lamento
Por los días que ya nunca serán.

viernes, 13 de agosto de 2010

¡Sálvese quién pueda!

Masas de gentes, sean cuidadosas, el amor ha regresado de su viaje
aquel que parecía eterno y regresa con su boca mordaz y desea masticarnos
y tragarnos sin compasión.

¡Sálvese quién pueda!

Después, el amor logró filtrarse y dominarnos, nos encadenó con una fuerza invisible,
nos ha atrapado y cegado ¿qué podemos hacer?

¡Sálvese quién pueda!

Desamor apabullante, doloroso punzocortante, un nuevo ataque que abrasa con las mismas
llamas del infierno entero, vasto.

¡Sálvese quién pueda!

El tiempo, el olvido, aparecieron en nuestra vida. El rencor y el odio nuestros fieles aliados,
todo se nos acabó. Caminamos sobre las tumbas de ese "por siempre" que jamás se cumplió.

¡Sálvese quién pueda!

miércoles, 4 de agosto de 2010

Metáforas lacrimógenas


Si te encuentras sola escuchando el sonido irritante de la lluvia golpeando tu casa, tratanto en vano de crear algun tipo de poesía que te enseñe a explicar lo que significa una lágrima, una doliente lágrima que es capaz de esfumar los rastros de sonrisa y de alegría, aquella que te hundió en un profundo mar de congoja y de impropio aturdimiento. Sabes y sientes en tu corazón aquel vacío que ni el mínimo abrazo puede llenar, tras esas lágrimas que atacan como fuego y te obligan a arrastrarte entre objetos punzocortantes. ¿cómo explicarlo, amor mío? ¿Quién en este mundo tiene la capacidad de describir lo que hace una lágrima al correr por tus mejillas ardientes? Por supuesto que nadie jamás entenderá ese dolor maligno que achicharra las venas. Ese lamento sin fin como miles de cuervos tragándose tu carne, tus ojos y todos tus órganos. Siento como el frío en mi pecho crece cada vez más rapido y el poder del infierno te estruja los sesos, cuando intentas inventar metáforas lacrimógenas para clasificar la pérdida en distintas facetas...

lunes, 2 de agosto de 2010

La ausencia


Desearía sólo poder manifestarme,
el hecho de una palabra tan codiciada,
una palabra que ha hecho caer a hombres afanosos,
La ausencia.


Una poeta alguna vez me dijo,
"ausencia es presencia de las cosas pasadas"
Reflexioné y viví aquella colosal soledad y aquel vacío que ni un alma puede rellenar,
más que él que dejó el espacio tras su ausencia.


Cuando alguien especial se va y los recuerdos de ella son los únicos librados de tal pérdida
abismal, una eterna elipsis te condena y los lamentos ahogan tus pensamientos. Sientes
aquella necesidad de correr, andar, hasta que te puncen las piernas.


Todo lo existente se evapora en un amargo letargo, el tiempo se estanca frente a tus ojos y tu vista se derrocha en el crepúsculo de la ausencia, la ausencia, la ausencia...Esperar
sentado y reclamando al cielo misericordia, para que esta paranoia liquide.


O despertar de la alucinación de no verte regresar jamás, del abandono.

Retornando a Andrómeda.


Pues aquí estamos otra vez, dejándonos envolver por la magia de la escritura. Pidiéndola a la vida otra vez que no me mienta cuando dice que ya todo a terminado. Y que esta vez sea verdad que me encuentro enfrentando un nuevo comienzo.


Me sentí extraña y sobretodo me sentí muy muy cobarde después de la actitud que decidí adoptar cuando veía que me encontraba en un callejón sin salida. Hoy sé que mi llanto y mis quejas, más mis penas, no harían que el dolor disminuyera, al contrario, sería como comúnmente dicen..."poner el dedo en la llaga" ¿y eso que me dejaba? absolutamente nada. Más que el daño a mi ser, a mi persona y a mi alma...una llamada auto lesión.


Debo agradecer a todas aquellas amigas y amigos que siempre estuvieron ahí para mí, cuando me hundí en una profunda depresión secreta. Sólo mis mejores amigos saben la razón de mi tristeza por así llamarlo. Gracias por no dejarme caer, sé que fui una egoísta pero permitieron que no cayera en el papel de "víctima" como lo hizo él.


El día de hoy intento profundamente mantener los pies en la tierra, no vagar mi memoria por sueños de muerte ni de liberación. Sé que mañana el día estará mejor o estará peor. Pero el escudo invisible que tengo me protegerá y me salvará de todo mal. Mis creencias religiosas están rotas y lamento eso. Solo siento que algo me salvará, no le pondré nombre.


Mi música me ha salvado, mis sueños, mis historias, mis poemas me han sabido mantener de alguna forma cerca de lo que creía que no existía que era el amor. Siempre ha estado en todas partes por donde camino y no puedo escapar de él ni de su destino. Me abraza el amor, me siente, me inspira, me respira..yo puedo sentirlo entre mis dedos...Si el amor no hubiese existido entonces ¿qué lo hubiera hecho? Ahí estás a cada paso que doy y en cada centímetro de mi cuerpo. Manteniendo mi vida en peligrosa estabilidad, pero no me matas, nunca lo harás....Y si me haces daño, lo haces sin quererlo, porque tus trabajadores (humanos) no han sabido hacer un buen trabajo ni han sabido seguir tu experiencia como se debe. Amor, tu no eres algo malo, las personas te hacemos mal.


Quiero pedir perdón por todas las cosas que hice, por mi egoísmo, por creer que el mundo era el que caía sobre mí y mis problemas son los que caen y me colocan retos y metas que no debo de cuestionar, debo simplemente luchar por ellas, luchar aunque sangre y aunque el paso de los años me deje cicatrices que no pueda borrar...tengo que seguir, seguir, caerme y levantarme para volverme a caer y volverme a levantar.


Desamor, ten piedad de mí...deja que el tiempo cure aquellas heridas que tú has dejado sin querer. Desamor ya me has hecho pasar la pérdida y la ausencia, te prometo que ya aprendí mi lección, este sufrimiento ya tiene que terminar...Te juro que te dejaré la puerta abierta para cuando debas regresar. Pero hoy no, hoy debo dejar el dolor en el pasado y dedicarle una sonrisa al espejo.


Andrómeda que tan lejos estás y que me haces sentir sensaciones que nunca había sentido, perdóname por querer asesinarte, perdón por pretender hacerte alguien que nunca fuiste y disculpame por obligarte a jugar aquel juego que sabía que terminarías por perder. Gracias Andrómeda por darme aquello que nadie me supo dar: Inspiración...


Amo a mi infierno de palabras, amo la melancolía de mis versos y sobretodo amo que cada suspiro que suelto sea una razón para seguir escribiendo, aquellos escritos góticos que abrasan mi mundo, mi pequeño mundo que solo le abre las puertas a Andrómeda...


Un dolor, una persona, un desamor, los he dejado atrás y no permitiré que nada otra vez haga que deje de escribir para el amor o que escriba en desesperación, nunca más...


Andrómeda de Madero :)