miércoles, 19 de octubre de 2011

Otra vez.



¿Por qué no he podido dejar de quererlo o borrarlo de mi memoria? Siempre que le pienso mi corazón se vuelve a acelerar y cuando escucho su nombre, se inicia en mí una batalla interna, entre amarlo y odiarlo, necesitarlo y querer alejarlo.

Es un sentimiento tan complicado, inexplicable. Ya no encuentro las palabras para intentar entenderme a mí misma y descubrir la razón de este amor. Me dejo caer en picada a un incendio de recuerdos, permito que cada una de sus llamas me envuelva, me envicio estúpidamente del pasado, ¿por qué lo hago?

Él es todo y al mismo tiempo es nada, amo y aborrezco su forma de actuar, sus ojos son mi delirio y por eso a veces deseo arrancárselos, ¡Esto es una orgía de emociones reprimidas! Siento y sé que llegar al paraíso es estar a su lado, besar sus labios y aferrarme a sus manos. Estar lejos de él y amarlo desde esa misma lejanía es el verdadero infierno, el único.

Podrán pasar muchísimos años, podré cambiar de mil maneras e incluso podré fijar mi mirada en otra persona, pero estoy consciente que de amar como lo amo a él, jamás a nadie más, me conozco demasiado bien.

Y en cada luna lo extraño más, en cada sol anhelo todavía más sus besos.
Escribiré notas para él, otra vez.

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