sábado, 1 de octubre de 2011

El que me da lástima eres tú.


A pesar de que soy yo la que manifiesta tristeza porque no estás, a pesar de que parezca que me duele tu ausencia y que muestre más de mis sentimientos de lo que debería. El que me da lástima eres tú.
Más allá de mis dolencias emocionales, mis cambios de humor, mi incesable menester de amor, de calor, de cariño. Más allá de mi ilusoria actitud negativa u oscura, el que me da lástima eres tú.
Yo sé que fui la única entre los dos que alguna vez sintió algo verdadero. Un amor puro. Fui la única entre los dos que cedió su corazón ante esta incoherente relación. Fui la única entre los dos que se arriesgó a someter su vida al sufrimiento. El que me causa pena eres tú.
Puedo ser un poco demente, imprudente, demasiado entregada al amor, cegada por las mentiras, por las promesas. Turbadora, boba, hipersensible. Todo lo negativo lo puedes encontrar en mí. Aun así, el que me da lástima eres tú.
Tuve tantas advertencias de las personas que ocupo, me señalaron que esto no era bueno para mí. ¡Me negué! “El es un ser impoluto, el es diferente, oh Dios él es lo que yo necesito”. Lamentablemente me equivoqué, todo se había zanjado. Pero el que me da lástima eres tú.
Lástima porque nunca sentiste lo que yo sentí, lástima porque nunca apreciaste lo que yo te ofrecí. Lástima porque aun no sabes lo que es el amor. Lástima porque todo para ti es un pasar, un relax, un aliviane. Nada de lo que dijiste fue real. No sentiste ese poder de seguridad que te enseña a volar. Me das lástima porque no sufriste, no reíste, no te trastornaste, no finalizaste algo que en ti ni siquiera empezó. Lástima porque nunca vislumbraste cuanto te amé. LÁSTIMA PORQUE MI AUSENCIA NO TE SIRVE DE NADA. Y lástima porque aunque parezca que estás lleno, realmente estas vacío.

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