miércoles, 4 de julio de 2012

Tengo algo que decirte


Efectivamente, todo este tiempo te mentí. No me pareces aborrecible, ni siquiera un poco insoportable, al contrario, siempre me has parecido maravilloso, inigualable, especial.
Tengo que hacerte una pequeña pero significante confesión; me agrada cada cosa que haces, cada palabra que dices me produce un sonrojeo extremo. Y siempre que yo decía que te odiaba, en realidad estaba tratando de decir te quiero.
Otro tazón de café amargo, más espera. ¿No debería de haberme ya acostumbrado a esto? Patéticas cicatrices, que cuando intento confesarte mi amor, me demuestran el dolor que en el pasado sentí y por el que tanto miedo tengo, entonces doy un paso atrás. Quisiera poder soltar las penas de ayer, liberarme de las ataduras de un mal recuerdo y retener esa seguridad que lucha por zafarse de mis manos. Lograr gritarle al mundo, ¡yo amo a ese chico!
Y me correspondieses o no, saber que el amor creció sin temor dentro de mí.
Otra vez me acorde de ti, de pronto comenzó a sonar en mi estúpido teléfono celular aquella canción que representaba nuestra historia, ¿en serio de nuevo? ¿Cuántas veces más? Mierda.
Creo saber que ya no te amo, y sin embargo sigo pensando en ti. Solo algunas ocasiones, cuando de pronto todo se torna complicado, difuso e incluso tenebroso, llegas aquí a mi alma y todavía más allá de mi propio ser, me envuelves con la reminiscencia, entonces así triunfo en volver a encontrar la luz del sol.  Y el proceso comienza de nuevo.
http://youtu.be/C9JRHRS8kkI

No hay comentarios:

Publicar un comentario