domingo, 8 de julio de 2012

Perdición

No sé por dónde comenzar, la única razón por la que hoy escribo es por la soledad. Creo que es cuando la inspiración, por lo menos en mí, surge mejor. Ya casi no me queda nadie, ni una sola persona con la cual compartir mis problemas, mis éxitos, mis fracasos y mis alegrías. Volví a caer en la etapa de beber café, fumar un cigarrillo y pasarme noches enteras sin dormir, dándole una bienvenida nuevamente a las sombras bajo mis ojos. Otra vez percibo canciones que quizás no corresponden a lo que normalmente escucharía. Y las torpes ganas de acabar con todo de la manera menos dolorosa, se adentran en mi cabeza como un molesto zumbido. Lo lograste, esto era lo que querías, ¿no es así? Añorabas que todas las personas te dejasen en paz, deleita tu triunfo.
Tengo que seguir fingiendo que todo está bien, para que nadie pueda darse cuenta de que secretamente estoy extinguiéndome.

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